Crímenes y corrupción en la Segovia de hoy

Nacho Sáez
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El periodista Juan Carlos Galindo publica 'Hontoria', una novela en la que un cronista de sucesos investiga un triple asesinato.

El autor de 'Hontoria', Juan Carlos Galindo, en la Plaza Mayor. - Foto: Inma Flores

Un triple crimen sin resolver, un periodista de sucesos volcado en su investigación, una sociedad enmarañada en sus altas esferas de silencios e intereses creados y Segovia como telón de fondo conforman el cóctel del que se nutre 'Hontoria' (Salamandra Black), la primera novela del periodista segoviano Juan Carlos Galindo. Un apasionado de la novela negra -escribe y coordina el blog 'Elemental'- que ahora se ha volcado en dejar su sello en este género.

Es agosto de 2016 y tres miembros de una familia mueren brutalmente apuñalados en su casa de Hontoria. No hay testigos, ni sospechosos ni arma del crimen. Once meses después, con la investigación policial y judicial lejos de cerrarse, el periodista segoviano Jean Ezequiel recibe una llamada que le empuja a meterse de lleno en las pesquisas. Incluso él inicia las suyas propias, lo que le permite acercarse a la resolución de estos tres asesinatos y de paso destapar la corrupción latente en la sociedad segoviana. La historia, ficción, configura al mismo tiempo una guía de lugares de Segovia.

«No era mi intención porque he dejado fuera muchos sitios que me gustan», señala el autor de la novela. El protagonista vive junto a su mujer y su hija en un piso de la calle Marqués del Arco con vistas a la Catedral, frecuenta el restaurante La Concepción y viaja en AVE a Madrid a diario para trabajar. Por poner solo tres ejemplos de las numerosas referencias que hay en el libro a Segovia. Galindo creció en el Cristo del Mercado, vivió después en San Cristóbal y en la actualidad, aunque vive en Madrid, donde trabaja en 'El País' pasa bastantes fines de semana en la casa que su suegra tiene en la plaza de la Merced.

Promoción de la novela en la librería Intempestivos.Promoción de la novela en la librería Intempestivos. - Foto: N. S.

Es un enamorado de Segovia y su vida le ha permitido conocer algunos espacios desconocidos de la ciudad. Como la casa con un espectacular jardín que se encuentra frente al Hospital de la Misericordia, clave en el capítulo 30 del libro. «Era de un tío de mi mujer. El recuerdo que tengo y que plasmo en la novela no es fidedigno, porque por ejemplo pongo que la casa es más grande. Pero creo que da igual. Detrás de algunos muros de Segovia hay cosas guays a las que la mayoría de las veces no tenemos acceso», apunta mientras pasea por algunos de los escenarios de la novela. «Cuando la empecé a escribir tenía claro que tenía que ser una historia en Segovia, que el protagonista tenía que ser un periodista y que tenía que haber un crimen sin resolver», continúa.

No todas las referencias a Segovia aparecen con su nombre real: «Me he inventado el nombre de los lugares que salen malparados». Igual que él tampoco es el protagonista, aunque tenga cosas suyas, como sus características pajaritas. Galindo siempre quiso ser periodista («Siempre me pareció que la manera de contar y escribir es el periodismo»), pero no está especializado en sucesos. «Me interesa más la literatura de sucesos que las crónicas de sucesos. Me gustaría poder estar ocho años investigando, como David Grann en 'El asesino de las flores de la luna'. De hecho, cuando me pueda dedicar solo a escribir -ahora mismo no me da la vida-, haré un no ficción. El tiempo juega en contra a la hora de resolver un crimen pero a favor de la literatura. El caso sobre el que me gustaría escribir no lo tengo elegido porque abriría una puerta peligrosa», se ríe poco antes de saludar al autor de las fotografías que esa misma mañana se ha hecho en Hontoria para la promoción de la novela.

En la elección de este barrio incorporado como punto neurálgico de la trama influyeron varios factores con un trasfondo de nuevo personal. «No me interesa la violencia pero sí las causas y consecuencias de esa violencia, y en una comunidad pequeña como Hontoria se multiplican las relaciones de amor-odio. También quería que fuera un sitio cerca de Segovia para que el relato fuera verosímil y, además, mi padre tenía familia en Hontoria», explica, al tiempo que asegura que sobre el título del libro no hubo dudas: «Suena bien».

Esta y otras tareas hasta que 'Hontoria' ha llegado a las librerías han formado parte de un proceso de los que dejan cicatrices: «He trabajado muchísimo y he aprendido muchísimo en este camino». También le ha servido para aparcar la negatividad que durante una época le acompañó de su visión de Segovia. «Hubo un momento en que asocié Segovia a dolor, muerte y enfermedad por la situación en la que se encontraban mis padres, y escribir fue una válvula de escape y me ayudó a no ver solo la parte negativa de Segovia», reflexiona.

Segovia le parece fascinante, pero cree que tiene el riesgo de convertirse en un «parque temático» por la gentrificación del casco histórico. El prisma desde el que él la mira volverá a estar presente en la segunda parte de 'Hontoria', que tratará sobre las desapariciones de mujeres y de nuevo con el periodista Jean Ezequiel como encargado de desenredar el nudo. Igual que hace en esta primera novela desde ese estudio que Galindo imaginó desde la calle en el ático real de Marqués del Arco número 18.