El camarín de La Fuencisla recupera sus colores

M.Galindo
-

La Real Cofradía y el Rectorado del santuario invierten 20.000 euros en la restauración de las pinturas murales que adornan el recinto

La linterna del Camarín luce ya un renovado aspecto. - Foto: M.G.

El esfuerzo conjunto de la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla y el rectorado del santuario que alberga a la patrona de Segovia sigue orientado a mantener y conservar un templo cuyas especiales características dificultan cualquier labor.

Construido junto a las Peñas Grajeras y a orillas del rio Clamores, el santuario sufre de forma especial las inclemencias de los agentes meteorológicos debido a su ubicación, lo que afecta especialmente a las zonas más próximas a la impresionante pared de la que en 2005 se desplomaron 1.800 toneladas de roca caliza sobre la Casa Rectoral, que quedó parcialmente destruida.

Desde aquella jornada de triste recuerdo, la Cofradía y el rectorado han intensificado sus esfuerzos no sólo para recuperar lo perdido entonces, sino para conservar, mantener y poner en valor el santuario como lugar primordial de la devoción y de la espiritualidad de los segovianos.

En esta línea se han enmarcado las obras realizadas  en los últimos años, que han servido para mejorar el entorno del presbiterio con la instalación de un nuevo suelo de madera, o la más reciente  centrada en la conservación de las pinturas murales del camarín que preside el retablo del santuario.
Las obras se han llevado a cabo en el primer trimestre del año y han sido realizadas por la empresa segoviana Conservararte, donde el equipo formado por Beatriz Rubio y Sara Martín han llevado a cabo un trabajo previo de análisis del recinto para determinar el tratamiento más adecuado.

El estudio  previo ha detectado restos de intervenciones  anteriores especialmente en los paramentos, con reintegraciones de volumen y color, pero lo más preocupante fue el estado de algunas pechinas de la cúpula, donde la pulverulencia las había deteriorado de forma significativa hasta generar problemas de estabilidad.

La elevada salinidad fruto de la humedad provocada por filtraciones y escorrentías procedentes de la roca es la causa próxima de este problema, que obligó a intervenir para reintegrar volúmenes y policromía en estas zonas.

Para ello, la eliminación de las sales se antojaba fundamental, realizada a través de la limpieza concienzuda de todo el recinto y de labores de consolidación de aquellas zonas más deterioradas.

Las restauradoras han señalado que el trabajo realizado ha sido documentado para posibles intervenciones futuras, aunque ambas indicaron que lo realizado en esta intervención garantiza por mucho tiempo la estabilidad de las pinturas del camarín si se hace un mantenimiento «adecuado y constante».

La restauración ha servido también para consolidar y mejorar el estado de las puertas del camarín mediante las que la imagen de La Fuencisla puede ser sacada del recinto; donde se ha llevado a cabo la recuperación de algunas molduras y la estabilización de toda la estructura.

Todo ello ha obligado a realizar un nuevo y significativo esfuerzo económico a la Cofradía, que con el apoyo del Rectorado, ha sufragado el presupuesto, para lo que llevó a cabo acciones de captación de fondos como venta de lotería de Navidad o la del libro 'Iconografía de la Virgen de la Fuencisla' de Juan Manuel Santamaría, presentado el pasado año.