La cuenta atrás de Draghi

Agencias
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El primer ministro desvelará el miércoles si decide seguir al frente de un país que se divide entre los que apuestan por la continuidad del Gobierno y los que piden un adelanto electoral

Antes de saldar la crisis interna, el ‘premier’ viajará hoy a Argelia para afianzar su pacto energético. - Foto: ANGELO CARCONI (EFE)

El Gobierno italiano se mantiene en el limbo a la espera de saber si el primer ministro, Mario Draghi, consumará el miércoles su dimisión por la crisis abierta, mientras la ultraderechista Gorgia Meloni, sola en la oposición, exige elecciones.

Draghi presentó el jueves pasado su dimisión al jefe del Estado, Sergio Mattarella, tras perder el apoyo en una moción de confianza del Movimiento 5 Estrellas (M5S), socio clave de la coalición de unidad nacional que dirige desde febrero de 2021 con el resto de partidos del Hemiciclo, excepto los Hermanos de Italia de Meloni. Sin embargo, Mattarella no aceptó y le emplazó a comparecer pasado mañana en el Parlamento, donde anunciará si renuncia al cargo o si se somete a otra investidura para agotar la legislatura en marzo de 2023.

En este contexto, Meloni no se cansa de exigir un adelanto electoral «inmediatamente», animada por los pronósticos de las encuestas, que ya la sitúan como primera fuerza del país. Mientras, el resto de grupos se dividen entre los que creen que el premier debe continuar con la misma mayoría para culminar su programa de reformas, como el reparto de fondos europeos del Plan de Recuperación, y los que piden hacerlo excluyendo al M5S.

Precisamente, Draghi viaja hoy mismo a Argelia para afianzar su acuerdo energético y asegurar el gas a los italiano de cara a otoño, en un momento en el que el aprovisionamiento de combustible es una cuestión de primera orden para la nación en su desenganche de Rusia. Italia importa el 90 por ciento del gas que consume y hasta la invasión de Ucrania, perpetrada el 24 de febrero, el 40 por ciento procedía de territorio ruso. En medio de las tensiones con el Kremlin, Roma trata urgentemente de acabar con esa dependencia. Así, en los últimos tiempos el país vecino ha reemplazado a Moscú como su primer proveedor y ahora trata de fortalecer ese pacto vital con Argel.

Por eso, los llamamientos a preservar la continuidad del Gobierno ante este complicado escenario impulsado por la invasión no cesan y decenas de alcaldes del país, de distintos colores políticos, firmaron una carta abierta a tal fin. «Nuestras ciudades, que tras la pandemia y la guerra se esfuerzan en impulsar la economía, realizar obras públicas indispensables y gestionar la emergencia social, no pueden permitirse una crisis que implica inmovilismo y división en vez de acción, credibilidad y seriedad», alegan los regidores de capitales como Roma, Milán, Florencia o Turín.