Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


¿Comprende lo que lee?

11/06/2023

Lluvias incesantes caen sobre los árboles florecidos que asoman en mis balcones, he de ir a firmar en la feria del libro y ni las aves del parque cantarán mientras los escritores allí acudimos. 
Esta mañana voy a recoger de un donante una gran cantidad de libros, pues di aviso en algunas bibliotecas de mi abierta disposición para recibirlos. Sí, las bibliotecas de no pocos pueblos y hasta la de mi universidad no admite donaciones ya o solo si pueden escoger lo que pudiera interesarles. En cambio, quien estas líneas escribe, acepta todo para una fundación de artistas refugiada en un antiguo castillo. Tras los muros se recogen y defienden poetas, músicos, pintores, filósofos... Hace poco hablaba con Jaime Siles de este fenómeno, nosotros, que hemos gastado fortunas en construir librerías y comprar volúmenes, que respetamos el objeto, el libro, como algo casi sagrado, vemos cómo se tiran los seres venerados, llenos tal vez de profunda sabiduría, de conocimiento, de maravilla. Se objeta la falta de espacio, la falta de trabajadores que puedan ordenarlos, que están en Internet... Yo, en cambio, recojo todos... Y, sin embargo, qué melancolía surge cuando uno escucha a ciertos compañeros decir que ya se pasó la época dorada de la novela, esos años o siglos en que se leía tanto y en que la educación mejoraba y ampliaba los lectores. El último informe internacional (PIRLS) sobre la educación infantil muestra que bajó la comprensión lectora de los niños y que no hablan bien ni la lengua materna. Se achaca este retroceso al uso de pantallas electrónicas donde se entretienen más con imágenes, a la pobreza creciente, al coronavirus padecido... Y, sin embargo, parece que aumentaron los lectores con el arresto domiciliario sufrido en la pandemia. No será en nuestras universidades donde lo raro, incluso en Humanidades, es hallar devoradores de libros, bibliófilos. Se lee pero sin entender, los hay que estudian huyendo del libro. Las autoridades embarullan la lengua con el sexo, cada vez es más difícil presentar un texto sin molestar a alguien... Nuevos censores aparecieron con inquisidores que quisieran quemar los textos.
Llueve sobre nuestra civilización, entre brumas de olvido, aunque hubo tiempos peores en que los bárbaros quemaban bibliotecas enteras. Ahora los bárbaros están dentro de nuestras ciudades, como decía Kavafis, o tal vez la barbarie llueve copiosa, empapándonos poco a poco. Se arrojan libros a los contenedores que reciclan papel, se huye de lo escrito. Quedan refugios intelectuales, cenáculos, grupos de iniciados, como antaño los monasterios quedaron guardando la sabiduría de los pasados siglos. Las universidades y centros de enseñanza hispánicos van empobreciéndose, los estudiantes piensan más con imágenes que leyendo en las bibliotecas. Mientras uno, viendo llorar al cielo, estampa letras de melancolía. Espero que quien haya leído estas líneas, al menos usted, me haya comprendido.