¿Un mercado para comprar o para picotear?

G. A.
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El Ayuntamiento aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Mercado Municipal de los Huertos pero residentes del casco histórico y los anteriores comerciantes de sus puestos dudan de que el nuevo modelo cubra sus necesidades

Fachada principal del remodelado Mercado Municipal de los Huertos, en el centro histórico de Segovia. - Foto: Rosa Blanco

El Reglamento de Organización y Funcionamiento del Mercado de los Huertos, aprobado inicialmente por el pleno del Ayuntamiento de Segovia con los votos a favor de PP y Ciudadanos y el rechazo del resto de la oposición, preocupa en el vecindario del casco histórico por las condiciones de acceso a los puestos de venta, ya que piensan que puede 'echar' al comercio tradicional de alimentación e 'invita' al sector hostelero y a tiendas dirigidas al turista. De  hecho, los comerciantes que ocupaban dos de los tres puestos en funcionamiento hasta el inicio de las obras de remodelación han informado de que si no se producen cambios no volverán al recinto de la calle Cronista Ildefonso Rodríguez, junto a la plaza de los Huertos.  

Aunque todavía está pendiene la aprobación del canon que pagarán los adjudicatarios de los puestos y otros precios públicos, el gobierno municipal ya ha informado de que en el primer caso se situará a partir de 500 euros frente a los 150 de la situación anterior, cantidad a la que habría que sumar los gastos de mantenimiento: climatización, limpieza, etc., así como una inversión inicial para adaptar cada puesto de venta, ya que los adjudicatarios lo recibirán diáfano, y algunos comerciantes consultados por El Día de Segovia estiman que de media puede suponer un coste de 10.000 euros. Hay que tener en cuenta, además, que el canon puede ser mayor si hay varios solicitantes de los puestos y mejoran esa cantidad de salida.

El alcalde, José Mazarías, informó en su momento de que tendrán prioridad los puestos que tenía el mercado hasta el inicio de las obras y, además, el reglamento favorece al comercio local, evitando, por ejemplo, la instalación de franquicias. También procura que se repitan actividades comerciales; es decir, que haya dos panaderías o dos carnicerías, etc.

El concejal de Segovia en Marcha (Podemos-Alianza Verde), Guillermo San Juan, que rechaza este reglamento, ha anunciado la presentación de alegaciones, una vez que se abra el periodo de información pública porque considera que el PP «deja la puerta abierta a que estos puestos terminen utilizándose para uso hostelero», vinculado al uso turístico y no a las necesidades del vecindario del barrio.

El Reglamento, que todos los grupos coinciden en que, en general, es técnico y recoge aspectos administrativos necesarios para el funcionamiento del mercado, incluye siete epígrafes prioritarios de actividad para los puestos del mercado se corresponden con puestos de alimentación aunque uno de ellos establece la venta de panadería, pastelería y cafetería.

El alcalde, José Mazarías, admite que «hemos tomado decisiones y hemos dado una orientación diferente... un valor añadido», con la posibilidad de ofrecer productos para su degustación en el propio mercado, algo que ya aparece en la memoria que sirvió para solicitar en el pasado mandato muncipal la subvención al Gobierno de España que ha permitido una importante inversión de 625.848, el 80% procedente de fondos europeos, en unas instalaciones construidas en los años cuarenta del siglo pasado y que no han sido objeto de reformas de calado, según ha recordado el concejal de Comercio e Industria, José Luis Horcajo, que ha reprochado al Grupo Socialista su oposición al reglamento cuando ya ese documento proponía atención al turismo en el futuro mercado.

Sin embargo, el viceportavoz del PSOE, Miguel Merino, ha respondido que el PP "no ha entendido el proyecto" y a diferenciado la atención al turista del comercio del centro histórico, "porque no puede dar la espalda a los visitantes" de abrir el Mercado de los Huertos a un uso hostelero. 

La intervención que se ha llevado a cabo en el mercado incluye mejoras de eficiencia energética como aislamiento térmico, climatización por aerotermia, aseos adaptados, red wifi, zona de reciclaje de residuos, zona de recogida de pedidos con consignas refrigeradas, etc. Una de las novedades más relevantes es la creación de una zona de terraza, en el antiguo patio, ahora protegido con elementos de sombra, donde habrá mesas para que los usuarios puedan degustar los productos que se venden en la instalación municipal.

Desde la oposición, sin embargo, varios grupos se han hecho eco de la preocupación ciudadana en el sentido de que pueda convertirse en un foco turístico en detrimento de las necesidades de abastecimiento de los residentes del recinto amurallado, algo que también argumentan los responsables de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado de Segovia (AVRAS).