"Si en Venecia, Río, Cádiz o Tenerife presumen de antifaces, samba, chirigotas y reinas, en Segovia hinchamos el pecho, cual tripudos, recordando que en nuestra provincia también existió y persiste un Carnaval distinto; un Carnaval especial", concluía esta mañana el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, la intervención con la que se daba por cerrado el acto de entrega al Carnaval de Arcones de la distinción de Manifestación Tradicional de Interés Cultural Provincial.
Ante una audiencia encabezada por la alcaldesa de la localidad, Laureana Martín, y su corporación municipal, y en la que también se encontraban presentes los miembros de la Asociación La Cachucha y los investigadores Guillermo Herrero y Esther Maganto, cuyos estudios y aportaciones han sido indispensables para la concesión de este sello por parte del Instituto de la Cultura Tradicional Segoviana Manuel González Herrero, el presidente de la Diputación reconocía el mérito de quienes han conseguido transmitir generación tras generación "la pasión, la emoción y el significado de la conservación de este carnaval". Una fiesta que, como apuntaba el propio presidente de la Diputación al comienzo de su discurso, estuvo extendida por toda la provincia, de manera especial en la falda norte de la Sierra de Guadarrama, y fue perdiendo tradición hasta extinguirse en todos los municipios, excepto en Arcones, donde sus vecinos la han mantenido a lo largo del paso del tiempo y, de manera especial en los últimos años, se han encargado de revitalizarla.
"Habéis sido capaces de conseguir que las imágenes talladas en las iglesias de la Edad Media -esas que se pueden ver en Sotosalbos, Pecharromán o Fuentidueña- sean hoy fotogramas en movimiento y color; escenas de programas de televisión, historias de Instagram o vídeos YouTube, que hacen de la Historia, actualidad", señalaba De Vicente, haciendo alusión también a los estudios de Julio Caro Baroja, uno de los padres de la etnografía española, cuyas investigaciones permitieron asegurar y certificar que la 'Vaquilla de Carnaval' llegó a ser muy corriente en el centro de España e incluso, como tradición, fue exportada por los colonizadores españoles a muchos lugares de América del Sur.
Hoy en día, esa vaquilla preside el rito que se repite en los días previos a cada Miércoles de Ceniza en Arcones, donde, tal y como manda la tradición, los armazones de madera son decorados con mantones y flores, y coronados en su extremo delantero con los cuernos de un toro, para dar cobijo a los quintos del pueblo, mientras éstos corren a por los tripudos; también jóvenes de la localidad que se visten con sacos rellenos de paja y tratan de evitar las embestidas de sus compañeros, siendo levantados de nuevo del suelo por los remudaos. El próximo domingo, 19 de febrero, a las 17:00 horas de la tarde, volverá a ser Domingo Grande en Arcones y la localidad revivirá de nuevo ese sacrificio simulado de la vaquilla, que, al compás de las coplas cantadas, como siempre, acabará con dos disparos que simbolizan la muerte del animal y al que seguirá el encuentro de todos los vecinos en el ayuntamiento para degustar juntos la denominada 'sangre de la vaquilla'.
Esta vez, esa sangre, que en realidad es limonada, vino o chocolate caliente, tendrá un sabor especial, ya que el municipio, como indicaba el presidente de la Diputación en sus palabras, "además de los mantones que protegen de las temperaturas de invierno los armazones de madera, podrá lucir una distinción que protege del paso del tiempo a la tradición" y es reflejo del compromiso de la Diputación, a través de su Instituto de la Cultura, con la difusión y la conservación de las costumbres, el folclore y las señas de identidad que hacen del medio rural segoviano acreedor de un importante legado inmaterial.
No en vano, la distinción que hoy recibe el Carnaval de Arcones y su fiesta de la Vaquilla, cuya declaración fue aprobada por unanimidad en el Pleno de la Diputación del 29 de septiembre de 2022, tras la propuesta presentada por la asociación La Cachucha el 27 de diciembre de 2021, está amparada por el artículo 2 de la convención de 2003 de la UNESCO para la salvaguarda del Patrimonio Cultural e Inmaterial. A ella se debió su creación por parte de la institución provincial en 2013 y desde entonces, y hasta el momento, tan sólo son Manifestación Tradicional de Interés Cultural Provincial la Ofrenda de los Cirios de Santa María la Real de Nieva, la Octava del Corpus de Fuentepelayo, El Diablillo de Sepúlveda, La Subida de la Virgen de Bernardos y la fiesta de Los Santos Inocentes de Juarros de Voltoya, que hasta hoy había sido, el pasado 28 de diciembre y en plena celebración, la última en recibir el sello.