El ciclista segoviano que tiene 96.000 seguidores en Instagram

Nacho Sáez
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Daniel Sanz trabaja para una empresa de Dubai y comparte su día a día con la bici.

El ciclista segoviano que tiene 96.000 seguidores en Instagram

Tiene más seguidores en Instagram que el mismísimo Pedro Delgado a pesar de que no ha llegado a convertirse en ciclista profesional. Daniel Sanz es un desconocido muy conocido en el mundo del ciclismo español. El relato de sus vivencias sobre la bicicleta, los lugares y rutas que hace y sus consejos sobre mecánica y nutrición reciben cada día decenas de 'me gustas' en las redes sociales y él se ha convertido en reclamo publicitario de varias marcas. La intrahistoria es que se trata de un ciclista de vocación tardía que, a sus 32 años, trabaja para una empresa de Dubai que organiza concentraciones por toda Europa.

«He hecho muchísimo deporte desde pequeño y he tocado casi todos los palos. Con cuatro o cinco años empecé a jugar al fútbol, después hice atletismo, también algo de natación y hace diez años empecé a compaginar el fútbol y el ciclismo y al final me decanté por el ciclismo», cuenta en conversación telefónica antes de reanudar su jornada de trabajo.

Trabaja para la compañía de Dubai Apex Group, que organiza 'training camps' en Calpe (Alicante), Dolomitas (Italia), Mallorca, Strade Bianche (Francia)... «Participa gente de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido... Y dura una o dos semanas, se quedan en una villa y salimos a rodar todos los días», explica Sanz, quien también destaca el músculo que poseee Apex como proveedor de material. «Por ejemplo tiene patentada una máquina hiperbárica que se puede acoplar a la cama y proporcionar las condiciones para que duermas a 2.000 metros de altura aunque estés al nivel del mar».

El ciclista segoviano que tiene 96.000 seguidores en InstagramEl ciclista segoviano que tiene 96.000 seguidores en Instagram

Sanz se ha hecho popular por su actividad en las redes sociales. Una actividad que es diaria. Publica vídeos y fotografías de sus rodajes en bicicleta, de su comida, del material que utiliza, de los espectaculares paisajes que el ciclismo le da la oportunidad de disfrutar... Todo con una factura muy cuidada. Las imágenes son de calidad, están planificadas al detalle en su mayoría e incluyen mensajes que a veces son meramente descriptivos, y otras,, inspiradores.

«Hay gente con problemas que a lo mejor te en el Instagram y le puedes ayudar aunque sea mínimamente. Cuando hacemos un viaje de 20 o 30 días. O cuando hicimos un training en Pirineos durante 15 días saliendo a entrenar todos los días y haciendo todos los días más de 100 kilómetros. La gente te ve, se puede motivar y eso me gusta. Y luego, claro, está todo el tema de las marcas», señala. Este segoviano del barrio de El Salvador tiene acuerdos con varias marcas. «A veces incluso te mandan su propio fotógrafo para contar una historia. Pero hay que estudiar cada caso porque la publicidad no es gratuita. Tú puedes hacer una buena publicidad de una marca porque te haya gustado el producto, pero al final conlleva mucho tiempo y esfuerzo porque hay que hacer las fotos y el vídeo, editarlos... Son muchas horas de trabajo de las que muchas veces solo se ve un minuto».

Uno de los proyectos que tiene cerrados para el próximo año es cruzar Europa desde Madrid o Segovia con una bicicleta de gravel para promocionar unos productos. Le habría gustado llegar a ser profesional pero ya es tarde para eso, y se centra en disfrutar encima de la bicicleta. «Está muy bien tener una grupeta, hacer viajes, conocer gente nueva, que es algo que me permite mucho mi trabajo. Esta semana hemos tenido gente de Bélgica pero a la siguiente a lo mejor te vienen de Francia y Alemania... Y ahora en Calpe coincidimos con todos los equipos profesionales de ciclismo, empezando por el Jumbo de Vingegaard, que ganó el último Tour de Francia. El ciclismo te da la oportunidad de entrenar con ellos -aunque solo sean unos metros- porque las carreteras no tienen nombre.  En el fútbol es imposible pensar que vayas a poder entrenar con los jugadores del Real Madrid y del Barcelona», reflexiona.

Pero también hay miedos: «Cuando te planteas un reto como el de cruzarte toda Europa, un día puede ser espectacular y al siguiente puedes tener un pinchazo, que esté todo el día lloviendo o que esté un coche a punto de llevarte por delante. Es un reto muy grande porque, quieras o no, estás muy expuesto porque son muchos días, muchos países diferentes, comidas diferentes, hoteles diferentes que a veces en realidad son campings... Pero entreno mucho, me cuido mucho y me gusta. A cualquier ciclista que le preguntes te va a decir que su sueño es ser profesional pero yo con mi edad ya no me lo puedo plantear. Si me lo hubiera preguntado hace ocho años, lo habría dicho seguro. Les ves en el Tour de Francia... A cualquier deportista le gustaría llegar a ser profesional en lo suyo. A mí me encantaría pero la realidad es que a mi edad ya no lo puedes ser», concluye este influencer a pedales.