La unidad política o institucional en la defensa de la Base Mixta de Segovia y la candidatura de la ciudad a acoger el futuro centro logístico del Ejército de Tierra ha brillado por su ausencia en el Ayuntamiento desde el principio y, a estas alturas, difícilmente iba a cambiar algo. Más aún cuando el PP forzó en febrero de 2020 la constitución de una mesa de trabajo para avanzar en la elaboración de dicha candidatura, con una moción donde el PSOE se quedó en minoría votando en contra, y la alcaldesa no vio oportuno que se convocara en todo este tiempo, aparte de que las mociones no obligan a nada porque «sólo son declaraciones de intenciones», tal y como argumentaba ella misma el 28 de enero, cuando le preguntó la prensa por esa mesa y sobre la situación del proyecto de candidatura. Entonces aún desconocía lo cerca que estaba Defensa de emitir un comunicado de tres párrafos para anunciar su controvertida apuesta por Córdoba; sin aviso previo, ni formal ni informal, a las localidades aspirantes.

Así terminaba por aprobarse este jueves en el Ayuntamiento una «declaración institucional» sólo avalada por los dos grupos que integran el Gobierno municipal, PSOE e IU. En realidad lo habitual es que se califique como "institucional" una declaración que se apruebe en sesión de pleno con respaldo de la mayoría de los partidos, pero así ha sido denominada también en este caso. El trámite, sin embargo, se llevó a cabo a través de la sesión ordinaria de Junta de Gobierno Local, órgano donde los demás partidos (PP, Cs y Podemos-Equo) tienen voz, pero no voto; y así se decidió dar carácter más oficial a las críticas del Gobierno local, «tanto en el fondo como en las formas», al proceso por el que Defensa se ha decidido por Córdoba, y así se enumeraron las gestiones que llevó a cabo el Ayuntamiento, su Gobierno, para plantear la candidatura segoviana. Una «declaración institucional» comedida, sin una palabra gruesa hacia nada ni nadie, aunque la alcaldesa, Clara Luquero, en declaraciones a la prensa tras la Junta de Gobierno, sí llegó a hablar de «falta de transparencia» por parte del Ministerio. Incluso lo cuestionó indirectamente al restar importancia al peso de la unidad institucional alcanzada por Córdoba argumentando que, para cuando las instituciones andaluzas implicadas escenificaron su consenso ante Defensa «el 22 de enero», la decisión ya estaría «prácticamente tomada», dado que ésta se hizo pública el 4 de febrero. 

La alcaldesa manifestó su «disgusto tremendo» y admitió que le ha «dolido más» también por el hecho de que la decisión la haya tomado un Gobierno de su mismo «signo político». Pero aseguró tener la «conciencia tranquila» sobre su labor en favor de este proyecto.

«Esta es nuestra declaración, no una cuestión de grupos políticos. Es el Gobierno de la ciudad el que se posiciona», subrayó Luquero para justificar que sólo viniera avalada por PSOE e IU. Preguntada por la opinión manifestada al respecto por los demás partidos durante la sesión del jueves, «se la hemos trasladado y no han dicho nada, no se han pronunciado», contestó. ¿Y se va a enviar la declaración al Ministerio o a alguna otra instancia? «Veremos a ver cómo lo planteamos, pero en principio muestra el posicionamiento del Gobierno municipal ante la ciudadanía», incidió, respondiendo así entre líneas que la idea inicial se limita a plasmar en papel tal opinión a escala local, si bien Luquero aspira a recabar por otra vía explicaciones sobre los criterios que sustentan la decisión adoptada; en concreto, a la espera que la ministra de Defensa le conceda la reunión que le ha solicitado. Y en cuanto a la posibilidad de haber buscado consenso con las demás fuerzas políticas, al menos para expresar ahora el malestar de Segovia: «Yo estoy encantada de lograr consensos y en muchos temas los tratamos, pero en este caso es la ciudad la que ha recibido el mazazo y es la ciudad a través de su Gobierno la que se posiciona con esta declaración», insistió.

Asimismo, sobre la posibilidad de haber recabado antes apoyos de otras instituciones, la alcaldesa cree que no había llegado aún ese momento y que, en todo caso, lo habría hecho si el Ministerio hubiera llamado a Segovia para pedir documentación complementaria a la que ella llevó en su día (4 de marzo de 2020) al secretario de estado de Defensa para manifestar el interés de la ciudad por el futuro centro logístico. «En ese momento sería cuando habría correspondido la llamada al resto de administraciones públicas por parte del Ayuntamiento para ver cómo sumábamos fuerzas y recursos», señaló para, posteriormente, deslizar críticas hacia la Diputación y sobre todo la Junta. «Ahí es donde habríamos visto hasta cuánto están dispuestos a apostar, ahí es donde lo hubiéramos visto claro porque luego, poner el grito en el cielo y piar alto, parece que lo hace todo el mundo. Y de verdad siento comparar, ¿pero han visto ustedes la presión de la UCI en estos días? No conseguimos que reaccione el Gobierno de nuestra Comunidad en un tema básico», afirmó en alusión al déficit de infraestructuras sanitarias que arrastra Segovia. «No digo que éste no lo sea, que lo es, y para mí ha sido un disgusto tremendo», matizó. «Digo que la salud es prioritaria y no conseguimos que el Gobierno regional tome cartas (…) y no he oído a los cargos del PP que tanto pían ahora poner el grito en el cielo», incidió. Y en medio de todo, Segovia con su déficit sanitario, la deslocalización de la Base Mixta en el horizonte y una eterna división política.