La familia Jiménez Rubio sube dos cumbres de más de 6.000 m.

DS
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Vega y Saúl alcanzan este hito con 11 y 9 años, respectivamente.

La familia Jiménez Rubio sube dos cumbres de más de 6.000 m.

La familia Jiménez Rubio ha ascendido en el Himalaya Indio las cumbres del Kang Yatse II (6.250 metros) y el Dzo Jongo (6.220 m.) y dice haber batido el récord mundial de los alpinistas más jóvenes que escalan estas montañas. Vega y Saúl, los pequeños de la familia, tienen 11 y 9 años, respectivamente.

 La familia segoviana, que dispone de una amplia trayectoria en montaña y relata sus aventuras en las redes sociales en el perfil 'Explorando Rincones', ha empleado diez días para realizar el ascenso, incluido el proceso de aclimatación. Llegaron a Leh, capital de Ladakh, en la India, con intención de realizar el trekking de aclimatación y aproximación a las montañas por el Valle de Markha, y contaron con el apoyo de una empresa india para todo el tema burocrático y logístico en la zona.

"La región de Leh es una zona muy sensible territorialmente por las fronteras que circundan la región (Pakistán y China), donde se han originado y registran enfrentamientos por el territorio actualmente en disputa, or lo que llegar hasta este punto ya supone todo un reto logístico, con una fuerte militarización del distrito, esto no hace más que complicar cualquier movimiento que se pretenda realizar en esta zona del Himalaya", explican. Este es su relato completo de la expedición:

"Realizar un proceso de aclimatación cuidadoso, con especial atención puesta en los niños, siendo estos siempre más sensibles a las altitudes a las que se está durante este proceso necesario para toda persona y montañero que se precie en alcanzar en las mejores condiciones las altas montañas. El punto de referencia fijado sería el campo base del Pico Kang Yatse, a 5.045 mts. Enfrente, el objetivo, el ascenso de la cumbre secundaria del macizo, el Kang Yatse II de 6.250 mts.

La exigente ruta con un fuerte desnivel, el frío, y condiciones encontradas pusieron a prueba la capacidad de superación, sufrimiento, experiencia y preparación de la cordada familiar. La salida hacia cumbre prevista sobre la media noche se pospuso un poco para intentar minimizar las horas en las que el frío era más intenso y podía afectar en mayor medida a los niños. La ascensión se realizó con el apoyo de dos componentes de la empresa Hippie in Hills, formando así un potente equipo dispuesto a luchar por la cumbre.

Tras unas duras horas nocturnas en las que uno de los componentes de Hippie in Hills se mostró indispuesto y tristemente tuvo que comenzar el descenso en busca de recuperar su salud perdiendo altura rápidamente, el resto de componentes continuó la ascensión. Sufrimos durante la marcha un frío intenso hasta el amanecer, momento en que el frío se fue minimizando. El esfuerzo por llegar a la cumbre fue muy duro, las rampas infinitas, la fatiga muscular por la posición sobre la nieve y el hielo, y el avance lento, donde cada paso parece una eternidad, haciéndote parar para tomar aliento, y recuperar las fuerzas que se van perdiendo en el camino.

Así con un sacrifico titánico por parte del pequeño Saúl de 9 años y una capacidad física incontestable de Vega con 11 años, se llegó a la cumbre donde un grupo de alpinistas y su guía nos felicitaron y comentaron la inspiración que habíamos sido para ellos en llegar a la cumbre durante el ascenso. Así, allí arriba, primero Vega, después Saúl que rompió a llorar entre el esfuerzo y la emoción de llegar a la cumbre más alta alcanzada hasta la fecha por estos niños y que, junto a sus padres y Gaurav, el guía que permaneció con el grupo ante la forzada retirada de nuestro amigo Harshal, disfrutamos de las vistas y vivencia difícil de explicar.

Un descenso a buen ritmo y con fuerza hasta el campo base confirmaban las buenas capacidades de la cordada. Allí, las felicitaciones llegaron por parte de diversos grupos de montañeros que se encontraban esperando su momento para intentar la cumbre. La curiosa cordada de montañeros familiar llamó la atención durante toda la aproximación, por aldeas y campamentos, manifestándoles muestras de cariño en todo momento.

Al día siguiente nos desplazamos hasta el campo base del Dzo Jongo, una montaña menos conocida y transitada, nuestro guía Gaurav marchó antes del campamento del Kang Yatse para reconocer el ascenso de esta montaña y ver las mejores alternativas de ascenso. No había subido esta montaña antes y quería identificar bien qué opciones serían mejores. Es de elogiar la constante dedicación de todo el equipo de Hippie In Hills, especialmente hacia los niños.

Una vez en el campo base a 5.160 mts. planteamos el ascenso, decidiendo no acometer la ascensión de forma tan temprana como en el Kang Yatse II para evitar el frío intenso de la noche, intentando salir al amanecer sobre las 5 o 05:30 de la madrugada. La ruta por la que íbamos a ascender no presentaba gran cantidad de nieve, evitaríamos el glaciar principal y por consiguiente sería diferente a la realizada en el vecino Kang Yatse. La estrategia, el tipo de botas a utilizar y materiales eran determinantes para el éxito.

Así, entrando el día se vio cómo un día más Vega ascendía en altura con una facilidad y determinación admirable. A Saúl le costaba algo más encontrar su ritmo, sufriendo, pero, sin embargo, su fortaleza mental y física le iban haciendo progresar y ascender metros con el ánimo y la ayuda del resto del equipo haciendo para él un ascenso y descenso que no olvidará nunca. Tuvimos que superar varios neveros en muy mal estado, hundiéndonos en la nieve, haciendo penoso el ascenso. Llegar a la cota de los 6.000 metros es como una lápida que se fija en nuestro cuerpo haciendo muy duro progresar. No obstante, todos tuvimos la determinación de ascender y llegar, estaba ahí, cerca y a la vez lejos, pero esa cumbre no se iba a escapar. Qué duros fueron los tramos finales, una mezcla de terreno rocoso, nieve, mixto… haciendo exprimirnos hasta el final, pero allí estaba la cumbre adornada por banderas de oración.

Harshal nos marcó la cumbre, Vega la alcanzó detrás con soltura y todos los demás les seguimos con esas ganas que teníamos por llegar a lo más alto y disfrutar de unas vistas excepcionales. Allí una vez más nos sentimos como una auténtica familia todo el equipo que alcanzamos la cumbre. Nos sentimos felices y nos concebimos muy capaces y merecedores de aquel ascenso rodeados de montañas por todo nuestro alrededor. Una expedición en familia, con dos niños de corta edad que han demostrado que, si se educa, enseña, entrena y se aprende con amor y respeto hacia la montaña, se puede llegar a realizar actividades de envergadura con garantías, seguridad y disfrute.

Las montañas no son terreno fácil. Estos grandes retos entrañan riesgo por muchos condicionantes, eso es innegable, por lo que llegar a realizarlos no es fruto de uno, ni de dos días, son muchas las actividades y vivencias que hacen adquirir las capacidades para poder afrontar actividades de tal envergadura. Aunque no existe un registro oficial, según las indicaciones de las personas y guías locales, Vega y Saúl habrían realizado el ascenso a estas cumbres como las personas más jóvenes hasta la fecha, dato destacable dada la envergadura de la montaña y sumado que es realizada por una familia al completo y no de forma aislada por alguno de sus componentes.

Estas mismas impresiones sobre récords de edad ya nos fueron transmitidas en ascensiones anteriores tanto en la Cordillera de los Andes como en los Alpes, pues algunas personas otorgan mucho valor a estos datos, información que recibimos de manera humilde y respetuosa, pues no es nuestra intención, ni perseguir récords, ni ponerlo por encima de otras sensaciones, experiencias y enseñanzas que buscamos para nuestros hijos, aunque conocerse y valorarse sí sea algo a tener presente, si esto sirve de motivación y ayuda a dar a conocer el deporte de la montaña.

Todas las actividades de nuestra familia se pueden ver en la página web y canal de YouTube Explorando Rincones, a medida que vamos pudiendo trabajar el contenido, donde se aporta detalles y datos de interés sobre las ascensiones realizadas. Gracias de corazón a todos los que nos han animado y apoyado en nuestras actividades, nuestras familias, amigos, clubes de montaña y seguidores que hacen que esto sea más posible".