"Decidí dirigirla yo porque conocía al protagonista real"

Juana Samanes
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LUCHADORA. Esta productora convertida en directora, que corrió en los encierros de San Fermín, se ha pasado media vida intentando sacar adelante esta película

"Decidí dirigirla yo porque conocía al protagonista real"

Simpática y entusiasta, Carol Polakoff defiende con pasión los motivos que le llevaron a dirigir, La voz del sol, basada en la novela Speak Sunlight, de Alan Jolis, donde el escritor plasmó sus emotivos recuerdos sobre su primer viaje a España, en el año 1965, acompañando a la mujer que le había criado y a su esposo, una pareja de exilados españoles que regresaron a su hogar tras la Guerra Civil.

¿Cómo llega a sus manos la novela de Alan Jolis y que le gustó de ella para trasladarla al cine?

Un amigo me insistió en que conociera al escritor de una novela que creía podía interesarme. Quedé con él y me encontré a un hombre muy atractivo y muy carismático. A los cuatro minutos de empezar a hablar, recordando su pasado reflejado en su novela, empezó a llorar. 

Ese hombre se convirtió en uno de mis mejores amigos. Compré los derechos de esa novela Speak Sunlight, y también de una segunda.

¿No le dio algo de miedo, siendo americana, rodar una película que se desarrolla en España?

En un principio, la película se iba a rodar en inglés. Pero Alan, de pronto, cayó enfermo, así que compré los derechos y él murió hace 24 años en Suecia, donde vivía con su bella esposa. Precisamente tres días antes de morir fui a verle, y le prometí que iba a hacer la película como fuera. Yo era entonces productora y realmente era complicado porque yo no conocía a nadie de Galicia ni de Pamplona y, aunque pasé la historia a muchos directores, no les caló porque ellos no conocían a Alan, yo sí.

Por eso a mi productora Denise le dije: «yo puedo dirigirla pero tengo que tener a los mejores del cine español en el plano interpretativo y técnico». Y así ha sido.

La película habla de amor, de maternidad, de reconciliación, de viaje iniciático a la madurez. Personalmente que aspecto le llegó más

Todos me interesaron, pero creo que no solo el adolescente, también la pareja española pasa por un viaje iniciático. Tienen que encontrarse a sí mismos, aceptar su pasado, ser generosos consigo mismos por sus errores. Creo que cualquier espectador va a entender que no puedes vivir con el sentimiento de culpa, en el caso de los personajes adultos, en el caso de Alan, tiene los ojos abiertos y llega asombrado a España. 

En su vida real Alan vivió primero en París, luego en Suecia, pero en su casa siempre hablaba español a sus hijos.

A modo anecdótico, se narra cómo la Guardia Civil casi detiene al chaval por dar un beso consentido a una chica en Pamplona cuando lo acusa el padre de la adolescente, ¿Eso ocurrió en el año 1965 o es una licencia narrativa ficticia?

Si, si, es real lo que cuento y también ese saludo escrotal que le da un navarro al chico y que le deja dolorido….

Parte de la película se desarrolla en las internacionales fiestas de San Fermín pero creo que no la rodaron en Pamplona.

Si, era complicado y filmamos en otra localidad navarra, en las calles de Estella. Contratamos 12 toros para el encierro que se ve en la película y delante de ellos participaron 30 corredores especialistas.

Quizás el aspecto luminoso de la película, bien fotografiada por José Luis Alcaine, se debe a que transmite la mirada fresca de Alan. ¿Ha sido algo buscado?

Es fantástico que haya reparado en eso porque trabajamos mucho en ese aspecto, en que todo fuera pequeño, la ciudad, el vagón del tren, pero luego todo se va abriendo como el personaje de Alan.