Préstamos que no resuelven los apuros

Carlos Cuesta (SPC)
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La unificación de todas las deudas en un nuevo crédito es una fórmula que permite aliviar los problemas financieros a corto plazo pero que, a posteriori, sale más cara

Préstamos que no resuelven los apuros

La difícil situación económica que viven miles de hogares españoles, derivada del reciente período inflacionista y del repunte de los tipos de interés que el BCE ha situado en el 4% en unos meses después de más de una década al 0%, ha provocado que cada vez más personas recurran a préstamos personales o tarjetas de crédito para hacer frente a sus gastos del día a día, a la cuota de la hipoteca, la letra del coche, los plazos de las vacaciones,... etc. Se trata de una solución que en muchos casos ha derivado en un fuerte sobreendeudamiento y que, como alternativa, muchas familias intentan mitigar mediante la reunificación de esas deudas. 

La reunificación de deudas consiste en agrupar todos los préstamos e hipotecas que se tienen en uno solo para afrontar el pago de una única cuota mensual cuya cuantía será menor a la suma de las diferentes obligaciones aunque al aumentar el plazo de amortización y el tipo de interés del crédito el capital final a pagar es mayor.

Este sistema significa en el corto plazo un gran alivio para las economías familiares al reducir la cantidad de dinero mensual a devolver. Sin embargo, al ampliar la duración del préstamo los intereses finales a pagar se incrementarán de forma notable. 

Las estadísticas demuestran que desde hace ya varios ejercicios, el número de familias que se ven abocadas a tomar esta decisión no para de crecer. Así, en el año de la pandemia fueron 712.500 las que optaron por esta fórmula, en 2021 subió hasta las 750.000 y desde entonces se ha seguido incrementando hasta las 810.000 en 2022.

En este contexto, a cierre del pasado julio, un total de 883.000 familias se acogieron a algún tipo de reunificación de su deuda, un 9% más que equivale a 73.000 más que hace solo 10 meses, según Ausufin.

La situación inflacionista motivada por los altos costes ha llevado de forma paralela a disparar los intereses de estas operaciones del 4% al 5,48% de media, reduciendo el ahorro y el colchón que habían acumulado muchas familias durante la pandemia.

 En este escenario, la subida del precio del dinero y del euríbor en el último año, ha disparado las cuotas hipotecarias a tipo variable, diezmando el poder de compra de las familias más vulnerables que se enfrentan a tarifas más altas en su recibo de la luz, gas o la cesta de la compra con unos precios que también se han disparado.

Los economistas advierten que se trata de una operación con la que hay que tener cuidado porque reunificar las deudas conlleva un coste asociado en forma de incremento de los intereses a pagar. Tras comparar varias empresas que ofrecen este servicio, el barómetro de Asufin indica que el sobrecoste ha pasado de un 336,7% en 2022 a un 409,7% en este ejercicio como consecuencia de los altos intereses.

Tarjetas

El orden de los productos financieros que más se reunifican en España se mantiene inalterado. La que va en cabeza es de la las tarjetas de crédito, seguido de préstamos personales, las  hipotecas, minicréditos y, por último, otro tipo de deuda.

Sin embargo, de todos ellos, el que más sube es hipotecas. Si hace un año constituían un 59,20% de las reunificaciones, ahora se eleva hasta un 64,20%, cinco puntos más. 

También aumentan las operaciones de los minicréditos, que pasan del 42,30% al 44,00% en solo un año. Por último suben los préstamos personales, que pasan del 76% al 77%, un punto más que hace un año.

En el lado contrario, pese a que siguen llevándose la medalla de oro, bajan las tarjetas, que pasa del 92,30% al 91,10%, un punto menos. También se reduce ligeramente otro tipo de deudas, que pasa del 14,7% al 14,5% en los últimos meses, según Asufin.