La gran huida del capital

C. Cuesta (SPC)
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La inversión extranjera se hunde un 31,7% en España en el cuarto trimestre de 2023, y arroja el peor dato desde 2019 por la alta presión fiscal y la desconfianza jurídica

La gran huida del capital

La fluidez de capitales y la liquidez monetaria son dos factores fundamentales para que la economía esté bien engrasada y funcione con normalidad. El tejido productivo precisa que el dinero se mueva dando solvencia a las empresas que son las responsables de la creación de riqueza y la generación de empleo y, en este contexto, la inversión extranjera es un factor estratégico. El ejemplo de la banca explica de una forma muy gráfica este fenómeno en el que si las entidades cuentan con liquidez suficiente pueden prestar dinero a sus clientes y, en caso contrario, precisan ir a los mercados y pagar altos intereses.

En esta línea, los economistas han hecho saltar las alertas al poner de manifiesto que la inversión extranjera en España, entre enero y septiembre de 2023, se hundió más de un 23,3%, con 18.303 millones de euros menos que en el mismo período del año pasado. Así, descendió en 5.572 millones frente a los 23.875 de capital foráneo registrado hasta septiembre en 2022, según el Registro de Inversiones Extranjeras DataInvex de la Secretaría de Estado de Comercio.

Además, el informe confirmó que España registró su peor tercer trimestre en captación de capital internacional desde 2020, el año marcado por la pandemia. 

Por su parte, en el cuarto trimestre, la inversión extranjera disminuyó un 31,7% y arrojó el peor dato desde 2019 en tres meses. Y si se considera el indicador en cifras netas, es decir, incluyendo las desinversiones, que son mucho más fiables, el resultado es de un desplome del 41% en ese período. 

Se trata de un tema inquietante para el funcionamiento de la economía nacional puesto que, como defienden los analistas, el capital que está llegando del exterior lo hace con una menor intensidad y, según justifican, se debe a la alta carga impositiva que graba a los rendimientos y, además por el temor a una desconfianza jurídica que no facilita la atracción de inversores que buscan los mercados más rentables y predecibles en el corto y medio plazo para sus ahorros.

De octubre a diciembre de 2022, se empezó a notar un gran bajón en la llegada de capitales extranjeros a España y aunque cerró con 34.000 millones de euros, es decir, la segunda mayor cifra de la serie histórica, sin embargo, los economistas advirtieron de la gravedad de esta realidad y de que había que reparar en este asunto puesto que es difícil rescatar las fugas de capital a posteriori.

Los empresarios saben lo difícil que es captar un cliente y lo sencillo de perderlo y que, además, sea un hecho irreversible. De ahí, los constantes llamamientos de la patronal reclamando al Gobierno una  fiscalidad que mejore los costes de producción y les haga más competitivos y, sobre todo, que se produzcan menos ofensas a los emprendedores nacionales para que no tengan que plantearse llevar sus proyectos fuera del país.

Grandes compañías como Repsol, Iberdrola, Mercadona, Ferrovial o, incluso, la propia patronal CEOE llevan advirtiendo al Ejecutivo que los ataques de una parte de su Gabinete y de sus socios no favorece la inversión y aleja a los capitales extranjeros. En el caso de Repsol, sus dirigentes Josu Jon Imaz y Antonio Brufau insisten en que «o hay seguridad jurídica para acometer las inversiones en proyectos renovables en España o se llevarán 1.500 millones de inversiones previstas para hidrógeno fuera del país». En esta línea, también se mostró recientemente Juan Roig, el fundador de Mercadona, que aseguró que si la situación de Portugal fuera la que se vive en España, paralizarían su ritmo inversor actual en el país luso.

En el análisis de la economía española resulta evidente que la inversión extranjera se estancó a partir de los cambios tributarios fijados en la segunda mitad del pasado año coincidiendo con la inestabilidad política del país marcada por las elecciones y por un nuevo Gobierno conformado por partidos independentistas con posicionamientos radicalizados que exigen, por ejemplo, la vuelta de las empresas que se fueron de Cataluña con el procés o, incluso, una política de sanciones para las que no regresen o incentivos fiscales para las que lo hagan.

'Ranking de regiones'

La inversión extranjera no ha tenido la misma evolución en toda España. El ranking de las comunidades autónomas con mayor captación de fondos foráneos lo lidera Madrid con 17.225 millones de euros, casi el 50% de todo el capital que llega a España seguida por el País Vasco que mejoró un 258% y adelantó, por primera vez en la historia, a Cataluña, que se quedó en el tercer lugar, con Valencia y Andalucía en los siguientes escalafones.

En esta línea, Andalucía, no solo logró en los últimos años una proyección económica notable, sino que se cotiza al alza en un escenario de interés por parte de capitales industriales e inmobiliarios de fuera de nuestras fronteras. El País Vasco, con un sistema que incentiva la formación profesional vinculada a la industria internacional se ha convertido en una fórmula en la que se inspiran incluso los alemanes. 

Los modelos educativos y profesionales, la fiscalidad o la proyección de crecimiento son imanes para la inversión extranjera y factores determinantes para que empresarios foráneos se instalen en España.