David Matarranz

Segovia Pasión

David Matarranz


Las sillas

01/03/2024

En la sociedad actual hay que estar atentos a las redes sociales para ver por donde sopla el aire. Durante la pasada semana, tras la rueda de prensa en la que la Junta de Cofradías desgrana el programa oficial de actos de la Semana Santa, el titular de los medios locales fue la posibilidad de que se instalen sillas o gradas en la Plaza Mayor para presenciar las procesiones de un modo más cómodo.
Con el apunte de que los beneficios se destinarían a una causa benéfica no logró aplacar a los críticos. Rápidamente algunos ciudadanos corrieron prestos a denunciarlo. El argumento principal es el de que se privatiza la calle para beneficio de unos pocos. Si a eso le añades cierto anticlericalismo y un poquito de populismo, pues ya está el cóctel servido.
En mi opinión me parece una gran idea. Pienso en todas las personas de cierta edad que podrán tener la opción de alquilar la silla para ver la Procesión de los Pasos que dura casi dos horas, a las que sumar el tiempo de espera, pues conviene llegar con algo de tiempo a coger sitio. Cuantos mayores desisten de acudir a ver las procesiones porque sus piernas ya no aguantan. Destinar una pequeña fracción del recorrido a ese menester y encima recaudar fondos por un fin social, no me parece un abuso ni un privilegio.
Al argumento de privatizar la calle… pues cuando quiera nos damos un paseo y hacemos recuento de cuantas terrazas, kioscos y otros espacios como mercadillos, exposiciones y demás ocupan de modo más o menos constante la vía pública. Precisamente en estos momentos, una gran carpa ocupa la Plaza Mayor de Segovia para una exposición promovida por Fundación La Caixa.
Y por último, los que me aducen que la instalación de un graderío provocará un clasismo entre los que pagan o no, no creo que un precio simbólico aporte cierto caché a nadie. En otras ciudades como Sevilla, Málaga o Valladolid las gradas sirven además para financiar el funcionamiento de las cofradías. Allí las cifras que se manejan son muy importantes. Las cofradías no viven del aire. Su estructura y organización depende de las exiguas cuotas de sus cofrades, colaboraciones y venta de recuerdos…. y del recargo de la Lotería de Navidad.
No faltan luego los que hace comparaciones respecto a la calidad de los cortejos con otras ciudades, pero las cifras que se manejan no son ni aproximadas. Y por desgracia en el mundo actual el presupuesto lo determina todo.
Por cierto, en las capitales españolas de la Semana Santa, algunos de los sitios más cotizados no son donde están las sillas de pago. Son rincones como la Cuesta del Bacalao o el Arco del Postigo del Aceite en Sevilla; o la tribuna de los pobres en Málaga. Ahora que vamos a tener sillas de pago en Segovia, qué bonita sería una tribuna natural y gratuita para la Procesión de los Pasos en la Plaza de San Martín, pero para eso habría que cambiar el recorrido y descender por la Calle Real. En manos de las cofradías está un cambio de ese calado y lograr un ambiente especial en ese espacio.