Medio siglo del 'cole' de las piscinas

Nacho Sáez
-

La Cooperativa Alcázar celebra su cincuenta aniversario con el recuerdo de sus dieciséis socios fundadores y la misión actual de enfrentarse a retos como el descenso de la natalidad.

Medio siglo del 'cole' de las piscinas - Foto: Rosa Blanco

En una de las paredes de la entrada principal de la Cooperativa Alcázar hay inscrita una cita de Virginia Woolf que es una declaración de intenciones: «No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente». Algo así debieron pensar los dieciséis socios fundadores de la propia Cooperativa Alcázar cuando a principios de los años setenta la Ley de Transformación de Centros obligó a cerrar a todos los pequeños centros de enseñanza que, como el de la corrala de Caño Grande, se encargaban de la educación de los más pequeños. María Ángeles, el Padre Velasco y otros catorce maestros segovianos de la época se unieron para crear la Cooperativa Alcázar, que este año celebra su cincuenta aniversario.  

Medio siglo de constante trabajo de superación para adaptarse a una sociedad cambiante y a los continuos cambios de ley de educación. «Uno de los puntos de inflexión en la historia del colegio fue la entrada en vigor de la LOGSE. Tuvimos que hacer una obra bastante grande para adaptarnos a ella», cuenta Carlos Torrego, profesor del centro desde hace 43 años y durante una época presidente de su consejo rector. Ahora disfruta de una jubilación parcial y trabaja siete horas a la semana. Suficientes para comprobar cómo han cambiado muchas cosas. «Cuando abrió el colegio, Nueva Segovia existía, y actualmente más del 80 por ciento de nuestro alumnado viene de ese barrio», cuenta sentado en Dirección junto a los actuales responsables de la Cooperativa Alcázar.

Nuria Martín y Óscar Muñoz comparten la función de director y guardan el legado de quienes pusieron las primeras piedras. «Los socios fundadores siempre nos han contado que hicieron un esfuerzo sobrehumano para poner en marcha el colegio. Tuvieron que invertir mucho dinero y decían que había sido como comprarse un piso», explican Martín y Muñoz. La aventura estuvo llena de incertidumbres durante los primeros años y, mientras construían las instalaciones -que no estuvieron listas hasta el curso 1977-1978, dieron las clases en espacios tan dispares como la residencia de las monjas 'carboneras, situada justo enfrente.

Medio siglo del 'cole' de las piscinasMedio siglo del 'cole' de las piscinas - Foto: Rosa Blanco

Pero enseguida se ganaron un sitio en el acervo de los segovianos. Se les ha conocido como el 'cole de las afueras', el 'cole de las piscinas' o el 'cole del Solaire' -por el restaurante que se encontraba en lo que hoy son las oficinas de la Concejalía de Turismo- y fueron pioneros en integrar, a mediados de los años ochenta, a los niños con necesidades educativas especiales. «Hoy en día todos los colegios tienen un cupo para este alumnado, pero a nosotros nos definió y todavía hoy nos sigue definiendo. Por la familiaridad que tenemos», remarcan los codirectores. Educación, libertad, apoyo, igualdad, empatía, respeto y solaridad son algunas de las palabras que presiden las escaleras del colegio, que ha visto crecer miles de niños. Entre ellos, al chef estrella Michelin Óscar Velasco, al músico Geni Uñón y al exjugador profesional de fútbol sala Rubén Cornejo, en la actualidad director deportivo del Real Betis.

Todos se beneficiaron de esa cercanía que es seña de identidad de la Cooperativa Alcázar. «Las familias tienen nuestros números de teléfonos particulares. Es arriesgado, pero nuestra puerta está abierta, están en contacto con nosotros los sábados, los domingos y los festivos y las familias son respetuosas», destaca Muñoz, quien antes que profesor, codirector, socio y padre de alumnos, él mismo fue alumno del centro: «Este es el único colegio concertado de la provincia de Segovia que es laico y gratuito. No pedimos a las familias cuotas de ningún tipo».

Esa política les condena a una economía de subsistencia, pero al mismo tiempo han conseguido que sus aulas estén repletas. «Apenas tenemos vacantes. La ratio de alumnos por aula en centros públicos es de 23 alumnos en estos momento y nosotros estamos en esas cifras», apunta Martín. Sin embargo, no siempre fue así. En los primeros años de este siglo estuvo en peligro el concierto educativo. «Hubo que salir a buscar a los alumnos. Hicimos algo que nunca se había hecho, que fue repartir folletos y buzonear información del centro», recuerda la propia Martín.

Medio siglo del 'cole' de las piscinasMedio siglo del 'cole' de las piscinas - Foto: Rosa Blanco

La introducción del bilingüismo en Inglés se convirtió en otro antes y después. Como el relevo generacional dado por los socios fundadores, que se comenzaron a jubilar en 2009. Ahora son trece socios y pertenecen a la Unión Española de Cooperativas de Enseñanza, cuya próxima reunión se va a celebrar en Segovia por el cincuenta aniversario de la Cooperativa Alcázar. «Murcia, País Vasco y Madrid son muy potentes. En Castilla y León hay muy poca tradición de cooperativas de enseñanza», aseveran Martín y Muñoz, listos para desmentir algunos mitos: «Aquí no hay beneficios. Lo único de lo que nos beneficiamos es de que, si cierra alguna unidad educativa del colegio, se marchan antes los profesores que están contratados que los socios».

La Junta de Castilla y León paga las nóminas a todos sus docentes y otros gastos de funcionamiento del centro. «Pero todo lo tenemos que justificar. Para ser socio hay que hacer un desembolso importante y luego esto es como una comunidad de vecinos. Si hay que afrontar un gasto extraordinario, tenemos que hacer una derrama de la que nos hacemos cargo los socios», indican. El colegio necesita mejoras que no pueden asumir a día de hoy, pero esgrimen otros atractivos para lograr que las familias marquen su casilla cuando tienen que realizar la solicitud de admisión en un centro. «Quien viene a conocernos se va gratamente sorprendido. El edificio es viejo, pero nuestra fortaleza son nuestros recursos humanos, nuestra atención personalizada, nuestra metodología, nuestros proyectos educativos...», resaltan.

El progresivo descenso de la natalidad dibuja un horizonte de incertidumbre para muchos colegios, pero no piensan rendirse. Como tampoco en otras batallas, como la relación con las familias. «Siempre ha sido cercana, pero ahora se cuestiona todo. Yo hasta hace no tanto era don Carlos», se ríe el profesor más veterano de este emblemático colegio.