Salcedo, pasión por Segovia

M.Galindo
-

El muñidor de la idea de un túnel para atravesar la ciudad bajo el paseo del Salón falleció el 19 de marzo

José Luis Salcedo, en una representación de la zarzuela 'La Picarona' con el Cuadro Lírico Julián Gayarre - Foto: J.Salcedo

"Fue siempre un hombre libre. Vivió como quiso vivir". Así definen Blanca y Berta Salcedo, dos de los cuatro hijos de José Luis Salcedo Luengo la filosofía de vida de un segoviano que amó a su tierra y a la que dejó el legado de importantísimas iniciativas culturales, así como propuestas para hacer algo más fácil la vida de sus convecinos y de quienes visitan Segovia.

El pasado 19 de marzo, José Luis Salcedo fallecía en Benidorm (Alicante) de forma inesperada, debido a una súbita indisposición de origen renal a los 93 años de edad, y deja tras de si cerca de una veintena de libros y centenares de artículos periodísticos con los que a lo largo de su vida quiso dejar testimonios, opiniones e iniciativas que le hicieron referencia de la memoria viva de la ciudad.

En la hora de su despedida, sus hijos evocan con emoción, pero con alegría la figura de un hombre que "no dejó nada por hacer". "Era una persona siempre con inquietudes de todo tipo, que no decía nunca no a ninguna propuesta, y menos a aquellas relacionadas de alguna manera con Segovia, porque era la ciudad que amaba", asegura.

De esas inquietudes surgió la idea de participar en la fundación del Cuadro Lírico 'Julián Gayarre', que lleva el nombre del tenor navarro considerado uno de los mejores cantantes de ópera del mundo, y que un grupo de segovianos puso en marcha para aunar sus aficiones a la música y al teatro. Así, en 1947 comenzó el periplo de una compañía que llevó la zarzuela a su máximo esplendor en la capital con montajes como 'La Calesera', 'La del Manojo de Rosas' o la inmortal 'La del Soto del Parral', ambientada en Segovia.

Fueron muchos años de trabajo, en los que Salcedo participó activamente no sólo como actor y cantante, sino en todo el proceso creativo de las distintas obras representadas, en las que consumió tiempo "y en ocasiones dinero", recuerdan sus hijas. "Podía recitar de memoria todos los papeles de La del Soto del Parral, una de sus preferidas – asegura Blanca Salcedo- y hasta que pudo, siguió colaborando en los montajes más recientes".

Pero Salcedo también es recordado como escritor y polemista, lo que unido a su condición de Ingeniero Industrial le llevó a plantear en los años 80 una controvertida propuesta que generó un amplio debate social y político en la ciudad. Así, y a través del libro "El Túnel de Segovia", propuso la construcción de un túnel que atravesara el subsuelo de la ciudad desde la calle del Puente de Sancti Spiritu, con salida por el Paseo de Santo Domingo de Guzmán, y acceso a dos zonas de aparcamiento, salidas peatonales y apeaderos para autobuses urbanos y turísticos.

La idea llegó incluso a plantearse en el Congreso de los Diputados, y fue el diputado del PP Javier Gómez Darmendrail quien elevó una pregunta parlamentaria al Gobierno , en la que el parlamentario señaló que debería abordar esta iniciativa "no como un proyecto, ni siquiera como un anteproyecto, sino como una idea a desarrollar en un serio estudio que diera lugar, si se estimase conveniente, a un futuro proyecto»; aunque el paso del tiempo dejó arrinconada esta idea, lastrada por los enormes costes económicos e inconvenientes técnicos y patrimoniales que supone horadar la zona propuesta para esta obra.

Como escritor, sus libros han reflejado aspectos relacionados con la vida y las costumbres de Segovia a lo lardo de su historia, donde Salcedo añadía su análisis crítico hacia la realidad de la provincia. Su faceta como polemista en artículos de prensa le llevó a protagonizar réplicas y contrarréplicas con personalidades políticas y sociales, pero siempre desde el respeto y el análisis detallado de las opiniones del contrario.

"En casa, a veces le decíamos que dejara la polémica y no se metiera con la gente – explican sus hijas- y aunque a veces le arrancábamos el compromiso de no hacerlo, su tendencia le llevaba a porfiar y seguir dando su opinión".