«Rastrera» se ha puesto la precampaña al menos de palabra, después de que el portavoz del Grupo Socialista, Miguel Merino, dedicara dicho término al candidato popular, José Mazarías, por entrar «sin autorización» a la zona de la oficina de turismo del Azoguejo (Centro de Recepción de Visitantes) que sólo está abierta a trabajadores, con el fin de comprobar in situ su lamentable estado y difundirlo con un vídeo. «Así de rastrero para tratar de publicar unas imágenes que nunca hemos ocultado», decía el edil socialista, en alusión a la grabación del sótano, que es donde se concentran unas intensas humedades y filtraciones que impiden dar uso a varias salas y que incluso complican la habitabilidad de los puestos de trabajo de la planta calle.

Ya si la propia acción merece o no ese calificativo depende de la opinión de cada cual, pero es un hecho que la tensión sube cada día, y en los intercambios de golpes dialécticos, a veces con víctimas colaterales. 

Bien lo saben en la Cámara de Comercio, que el pasado jueves celebraba un concierto y un cóctel benéfico que planteaba como «el acto más bonito» por su 120 aniversario, y no pudo contar con la presencia de la alcaldesa de Segovia, Clara Martín (además de candidata a las próximas elecciones), ni de ningún socialista en su nombre. La prensa le preguntó por la mañana si asistiría y resolvió la pregunta con un escueto «no», sin más, aunque las explicaciones ya venían dadas por la polémica vivida semanas atrás. El origen ya se sabe: el hecho de que el fin benéfico ideado por la Cámara fuera costear una redecoración con motivos infantiles del área de Pediatría del hospital, así como mejora de mobiliario. Un asunto que había llevado a PSOE, Podemos e IUa cargar contra la Junta por considerar que tal acción debía costearse con fondos públicos, a pesar de que es un tipo de iniciativa solidaria habitual en hospitales de todo el país, independientemente de quién gobierne cada Comunidad; aunque eso sí, no es habitual que ningún representante autonómico participe en la presentación de este tipo de campañas, y Mazarías sí que lo hizo.

Entretanto, el candidato popular, acusado por el PSOE durante las últimas semanas, en reiteradas ocasiones, de «no tener un proyecto para Segovia», presentaba el miércoles su plan económico de gobierno con compromisos como bajar el impuesto de circulación y la tasa de vados, exenciones fiscales a nuevas empresas, una auditoría externa del Ayuntamiento... Al día siguiente, Martín le acusaba de «desconocer las competencias que corresponden a cada institución» y le retaba otra vez a un «cara a cara» para confrontar «proyectos, ideas y realidades», algo que al menos sí entraría claramente dentro de un guión convencional de cualquier precampaña.