La sala de Reyes del Alcázar ha sido el escenario esta mañana para la inauguración del curso 23/24 de la Academia de Artillería, en el que participaron un total de 134 alumnos de las escalas superior y básica del centro, así como una amplia representación de las autoridades locales y provinciales.
Las adversas condiciones meteorológicas obligaron a celebrar el acto en el interior de la fortaleza y reducir su programación a la lección inaugural, pronunciada por el teniente coronel jefe de estudios de la Academia de Artillería, Francisco José Martín Moya. El acto estuvo presidido por el general jefe de la división 'San Marcial' y representante del Ejército de Tierra en las Comunidades Autónomas de Castilla y León y de Cantabria Juan Carlos González Díaz.
En su lección inaugural, el teniente coronel Martín Moya hizo un amplio repaso de la historia del centro de enseñanza militar desde su fundación hace 256 años por el Conde de Gazola, haciendo especial hincapié en su vinculación con el desarrollo de la ciencia, la enseñanza y la investigación en España en los últimos tres siglos.
Así, recordó que en la Academia de Artillería "se impulsaron las escuelas de ingeniería y la formación profesional tal como hoy las conocemos, aquí nació la química industrial moderna y la industria tecnológica, y grandes empresas españolas que hoy son referente a nivel mundial surgieron del empeño y el esfuerzo de los primeros artilleros".
También recordó la primera lección impartida en la Academia por el Padre Eximeno, sobre cuya base se sustenta el edificio ideológico, científico y educativo que sustenta el centro, destacando también la capacidad de adaptación a las nuevas exigencias de las Fuerzas Armadas.
Así, señaló que la formación basada en competencias, el liderazgo y los valores son los pilares esenciales de la labor formativa del centro, orientada a facilitar a los alumnos a "adquirir capacidades para adaptarse a los rápidos cambios de situación, a resolver problemas complejos en situaciones de incertidumbre y aislamiento y a tomar decisiones de forma resuelta".
Por su parte, el coronel Rafael De Felipe Barahona, director de la Academia de Artillería, en declaraciones a los medios de comunicación, aseguró que la academia recibe anualmente cerca de 300 alumnos pertenecientes a las distintas promociones de oficiales y suboficiales del arma, así como los de los cursos de perfeccionamiento que se imparten en distintas especialidades a lo largo del año.
"El objetivo final es proporcionar a las Fuerzas Armadas los mejores oficiales y suboficiales del arma -explicó el coronel De Felipe- porque vivimos tiempos convulsos y tendrán que tomar decisiones complicadas en un entorno cambiante, y la formación específica se antoja muy importante. Los artilleros siempre hemos estado a la vanguardia de la investigación y seguimos esforzándonos para que la calidad de la enseñanza que impartimos sea cada vez mejor".