Píldoras de miedo

M.Galindo
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La Farmacia Los Picos adorna sus escaparates con motivos de Halloween en una original iniciativa orientada a divertir a sus clientes.

El equipo de la Farmacia Los Picos posa en uno de sus escaparates adornados. - Foto: Rosa Blanco

El escaparate de una farmacia no suele detener la atención del  ciudadano, ya que los medicamentos que pone a la venta no cuentan con un especial atractivo para los clientes, que acuden a estos establecimientos en busca de productos con los que remediar males o recuperar la salud.

Pero hay farmacéuticos dispuestos a cambiar esa dinámica seria y circunspecta de estos negocios con apuestas divertidas y arriesgadas que buscan no sólo atraer la atención de los ciudadanos sino también - porqué no decirlo- arrancarles una sonrisa.

La Farmacia Los Picos, ubicada junto al emblemático edificio medieval del que recibe su nombre,  se ha atrevido a dar una vuelta de tuerca a una profesión  inicialmente alejada de cualquier atisbo de frivolidad  y en estas señaladas fechas de Todos los Santos ha adornado sus escaparates con motivos típicos de estas fechas capitalizadas por las celebraciones de Halloween que se extienden por todos los rincones del planeta.

Así, puede verse una máscara que parece extraída de una película de terror junto a un grupo de cosméticos de belleza, y en otro escaparate, dos calabazas flanquean también productos de la línea propia de cosméticos de la farmacia.

El más grande exhibe la inquietante imagen de una bruja junto a una selección de antigripales que se identifican en un letrero inscrito en la luna del escaparate como la «pócima prodigiosa» para los resfriados.

Aurora García es desde hace poco más de un año la titular de esta farmacia, y desde su llegada ha buscado siempre dar un giro a un negocio tradicionalmente poco relacionado con lo que hoy se conoce como el «marketing». «En las farmacias estamos acostumbrados a que la gente entre casi por la inercia de la necesidad, pero yo estoy acostumbrada a vender», asegura la farmacéutica, justificando de esta forma la realización de este tipo de iniciativas.

Este espíritu innovador se ha extendido por todo el equipo que forma la farmacia, que ha compartido y ha colaborado con el adorno de los escaparates, que están siendo estos días uno de los principales atractivos de la Calle Real. «Todo el mundo que pasa se detiene a verlos y los turistas hacen fotos», explica García, que señala que la inspiración para la decoración la obtiene en su propia casa.

«Tengo un niño pequeño, y en estas fechas siempre nos hemos currado la decoración de casa, y esta vez la hemos trasladado hasta la  farmacia», explica.
Además del aspecto lúdico, Aurora García considera que este tipo de iniciativas sirven también para acercar el trabajo de la farmacia a los ciudadanos, a través de una imagen distinta. «Yo creo que lo cortés no quita lo valiente - explica- y no por hacer este tipo de cosas vamos a dejar de tratar a la gente con menos seriedad. De lo que se trata es de ofrecer un poco de cercanía al ciudadano que todos los días viene a por su medicación o busca el consejo del farmacéutico para cualquier tipo de problema o tratamiento».

El éxito de esta iniciativa anima a la titular de la Farmacia Los Picos a emprender otro tipo de acciones siempre vinculadas a efemérides o campañas estacionales. Así, ya está pensando en adornar la tienda para Navidad y busca ideas para poder hacerlo en fechas señaladas como el más cercano 'Black Friday' o el Día de la Madre, por poner algunos ejemplos.
Así recuerda que su primer escaparate 'temático', lo realizó pocas semanas después de su llegada a la farmacia con ocasión de la celebración del día de San Valentín el 14 de febrero, donde ofreció en una atractiva puesta en escena lubricantes y preservativos con la sana intención de aportar su granito de arena a la «fiesta del amor».

Mientras tanto, en lo que queda de semana, propios y extraños pueden disfrutar y asustarse con los terroríficos escaparates de la farmacia, que a buen seguro acabará encontrando la fórmula maestra para seguir llamando la atención de quienes pasean por Segovia.