Fin de la racha. Se quedó en siete la cifra de partidos consecutivos sin perder y en el 19 de marzo acabó la dinámica de partidos sin perder en La Albuera. Una lástima. El Navalcarnero se llevó la victoria (0-1) en un partido en el que los madrileños fueron capaces de llevarse el choque a su terreno, ganando casi todas las segundas jugadas y aprovechando en una jugada embarullada la mejor opción de la que dispusieron.

La lástima es completa porque la Segoviana cae de la zona de play off de ascenso y los cerca de 2.000 espectadores que se dieron cita en el municipal se marcharon disgustados, más que por el rendimiento de sus jugadores, por la oportunidad perdida de afianzar puesto de fase de ascenso. Fútbol.

Lo cierto es que la Segoviana no fue mejor que el Navalcarnero en el cómputo global del partido. Pudo ganar, sí. Pero la derrota fue una posibilidad en varias de las fases del partido. No porque Carmona tuviera que intervenir en multitud de ocasiones, sino porque los madrileños dieron mayor sensación de peligro que los gimnásticos.

Y eso que la Segoviana pudo ponerse por delante prácticamente en la primera jugada con un saque de esquina que se envenenó y pasó por delante de un buen número de jugadores gimnásticos que no pudieron empujar el balón dentro de la portería madrileña. Borrego tuvo otra opción que se marchó por encima del travesaño, pero los madrileños también tuvieron opciones de gol con Ocaña y Simón, sus dos jugadores más peligrosos. Incluso reclamaron un penalti los visitantes con una mano precedida de un rebote. No vio nada punible el colegiado, el manchego Fernando Moreno Osuna.

Aunque hubo fases de dominio gimnástico, lo cierto es que el Navalcarnero tuvo la posesión del balón buena parte de la recta final de la primera mitad, lo que insufló de ánimos a los rojiblancos, que también empezaron mejor que los locales el segundo parcial.

La Segoviana ya jugaba con fuego, y en el primer minuto de la reanudación ya pudo marcar el Navalcarnero en una jugada invalidada por fuera de juego de Ocaña. Gómez pudo marcar para la Gimnástica un minuto después, pero no encontró un balón suelto en el área. Un mano a mano de Simón que resolvió muy mal para los de Navalcarnero fue la antesala del gol madrileño, con el recién incorporado Abreu culminando en el segundo palo una jugada atropellada en la que los madrileños no definían y los segovianos no eran capaces de sacar el balón de su área.

Ramsés agitó el banquillo y apostó por una defensa de tres y el equipo segoviano se volcó en ataque llegando a embotellar a su rival. Tanto que un balón de Hugo Marcos lo mandó fuera Rubén con un testarazo imperial en lo que fue la ocasión más clara del partido para la Segoviana, más allá de un mano a mano muy escorado de Gómez que no encontró portería. Murió de pie la Sego con la chavalería – Ivo, Hugo Marcos y Arranz en el campo – pero el oficio del Navalcarnero solventó los problemas que llegaron a causarle y se llevó los tres puntos de La Albuera.

La Sego cae a la sexta plaza y visitará el próximo domingo al Melilla en partido en el que puede volver a engancharse a la zona alta y certificar la permanencia.