Continúa la lucha contra la mina en el Nordeste

S.S.
-

La Plataforma contra la mina en el Nordeste de Segovia suma 1.500 alegaciones a las 2.200 que presentó ya en abril para intentar frenar el proyecto

Continúa la lucha contra la mina en el Nordeste

Miembros de la Plataforma contra la Mina a Cielo Abierto en el Nordeste de Segovia presentaron el miércoles, en la sede de la Consejería de Industria de la Junta en la ciudad, 1.500 alegaciones más en contra del proyecto inicial y la ampliación de una instalación que afectaría a  los términos de Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo, Duruelo y Sepúlveda.

Ya a finales de abril, los alcaldes de Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo y Duruelo presentaban 2.200 alegaciones en contra del proyecto inicial en el que la empresa Erimsa pedía una concesión de casi 3.000 hectáreas para explotar más de 1.500 en el territorio. Ahora, la empresa ha solicitado autorización para una segunda mina, con una concesión de más de 1.200 hectáreas para excavar 600 en los municipios de Barbolla, Sotillo y Sepúlveda. «Eso son casi 4.000 campos de fútbol», lamenta la portavoz de la plataforma, Marisa Moro. Es por ello, que el pasado miércoles varios vecinos acudían a la sede de la Consejería de Industria de la Junta de Castilla y León en Segovia con 1.500 alegaciones. «No vamos a parar», afirmaba Moro, ya que el trámite administrativo aún se encuentra en fase de alegaciones, e insiste en que este proyecto «va a acabar con los recursos naturales, económicos y con la forma de vida de toda una comarca, ante un beneficio de una gran multinacional».

«¿Alguien quiere ir a un territorio con una mina que produce polvo cancerígeno? Yo creo que nadie. Eso es lo que nos va a pasar», denuncia la portavoz.

Por su parte, la Junta de Castilla y León ha asegurado que se vigilará que el proyecto se adapte a la normativa, normativa preconstitucional que desde el movimiento ciudadano tachan de «insuficiente». «Que vayan a abrir una comarca en canal no tiene sentido. Hay otros recursos y otras formas de economía sostenible», apuntan.

Desde la plataforma no se rinden y han asegurado que llegarán a los tribunales si es necesario, además de continuar con las movilizaciones en la calle (la próxima tendrá lugar el sábado 15 de julio en Segovia) y con la organización de un concierto reivindicativo el día 22 de julio en Sepúlveda. «Hemos recorrido los pueblos, hablando con la gente y dando información. Hemos hecho concentraciones y hemos conseguido 1.500 alegaciones más. Con esto lo que queremos demostrar tanto en la Delegación Territorial en Segovia de la Junta de Castilla y León como en la propia Junta es que aunque somos pocos vecinos censados somos muchos los que vivimos aquí, los que vienen a pasar los fines de semana y los que pasan aquí las vacaciones y ninguno queremos la mina porque va a destrozar nuestra comarca, nuestra forma de vida, nuestro turismo, nuestra agricultura y nuestra ganadería. Nosotros queremos mantener lo que tenemos y no queremos una mina con su ruido, su polvo, su contaminación, su toxicidad y que nos despueble y nos vuelva a convertir en la España vaciada», sentencia Moro.