Segovia capital empieza a vislumbrar plazos para poner fin a su alarmante sequía de suelo industrial y dar inicio a la acogida de un buen número de proyectos empresariales en el horizonte. Se puede contar con ello, una vez desbloqueada la reordenación de terrenos privados en Prado del Hoyo, tras muchos años sin avances, con la firma de un convenio urbanístico por el que la ciudad obtiene el espacio necesario para la creación de la rotonda de acceso. Se asoma en primer término el plan que lidera Drylock y amadrinó la ministra Reyes Maroto en abril, anunciado como un nuevo polo estratégico de fabricación de envases biosostenibles y una plataforma logística con 300 empleos directos, un millar de indirectos, 113 millones de inversión y 2023 como el año en que estaría operativo. Un empresario belga transmitió personalmente ese mismo día su interés por sumarse levantando allí una fábrica de cereales (Mulder); y la Federación Empresarial Segoviana trabaja en captar apoyos por el desarrollo de un puerto seco en el mismo entorno, con ramal ferroviario de mercancías, una inversión próxima a los 20 millones y un plazo de entre cinco y ocho años vista. Entre todos ocuparían cerca de 400.000 metros cuadrados y los terrenos que se planea poner a disposición tienen un millón.

«En presencia de la alcaldesa, Clara Luquero, la concejala de Urbanismo, Clara Martín, ha firmado hoy con la empresa Almerimar, representada por Francisco Escorial, el convenio urbanístico para la obtención de los terrenos destinados a sistema general viario y de espacios libres, trámite imprescindible para el desarrollo de suelo industrial en el sector denominado Prado del Hoyo, que pondrá a disposición de la ciudad un millón de metros cuadrados que contribuirán, sin duda, al impulso industrial de Segovia», anunció el Ayuntamiento el 22 de junio.

Los propietarios de Prado del Hoyo, situado entre el polígono Hontoria y la AP-61, ya firmaron un convenio con el Ayuntamiento en 2010 para el desarrollo de este plan parcial. Superó el trámite de aprobación inicial en 2014, pero se atascó por la crisis económica y por discrepancias entre los propios titulares de los terrenos. Se le han caducado diversos informes sectoriales, pero el recién firmado convenio urbanístico ha marcado el inicio del desbloqueo. 

Asamblea de la Asociación de Propietarios de Prado del Hoyo celebrada el pasado miércoles.De hecho, los propietarios aprobaron este jueves en asamblea la petición de entrada del Ayuntamiento en la asociación y autorizarle a tramitar el plan parcial, al tiempo que se actualiza el convenio de 2010. Y una vez resueltas esas cuestiones, el Ayuntamiento prevé convocar para el próximo viernes 9 de julio un pleno extraordinario donde, por un lado, abordará la aprobación inicial del convenio que permitirá construir la rotonda de acceso; y por otro, la aprobación inicial del documento de avance del plan parcial.

Así se ganan dos o tres semanas al calendario, ya que los plenos ordinarios se celebran a finales de mes. «No hay tiempo que perder porque tras la aprobación inicial del documento de avance se abrirá un plazo de exposición pública de un mes (más lo que lleve la resolución de alegaciones si se presentan), después la aprobación inicial, más exposición pública, tres meses de recopilación de informes sectoriales, por último la aprobación definitiva, y el objetivo es que todo esto pueda estar para finales de año», resume Martín. 

Tras la aprobación definitiva del plan parcial, Martín señala que los propietarios deberán impulsar el proyecto de actuación (que viene a ser «la reparcelación, donde dices a cada uno qué suelo le corresponde»), y también el proyecto de urbanización de viales, accesos y demás espacios comunes. No obstante, esto último ya podrá ejecutarse a la vez que el plan industrial que lidera Drylock «porque se pueden considerar como una cuestión de interés general». «Los deberes de urbanización corresponden a los propietarios y eso es lo que tendremos que seguir trabajando con la asociación», avanza Martín. Pero ahora el Ayuntamiento cuenta con voz y voto en la asociación, podrá hacer un seguimiento más estrecho de todo el desarrollo y tener más garantías de que no se producen nuevos parones.

Vista aérea de Prado del Hoyo. - Foto: Google Maps¿Y qué ha pasado para que se haya resuelto en apenas unos meses un atasco de tantos años? «Esto no se debe a que abandonáramos este desarrollo y lo hayamos retomado ahora. Por un lado está el acuerdo entre las partes privadas que no se producía, y ahora también está la posibilidad de dar viabilidad a proyectos industriales que pueden entrar», responde Martín.

INICIATIVA PRIVADA. Por otro lado, que cobre forma allí el plan que lidera Drylock o cualquier otro «no depende del Ayuntamiento, sino que es una cuestión de iniciativa privada y pasa también por que se lleguen a acuerdos en el ámbito privado», recalca Martín. «Nuestro papel es facilitar las herramientas para que haya una viabilidad jurídica para un uso del suelo».

La sintonía entre privados, en cualquier caso, se presume clara cuando el propio Francisco Escorial, que fue quien firmó el citado convenio urbanístico el pasado 22 de junio, es uno de los socios del plan que amadrinó la ministra Maroto. De hecho, aunque Drylock lo abandere, la factoría que dirige Miguel Ángel González apunta a ser un cliente de referencia para la planta de envasado y la plataforma, pero sin participar de forma directa en lo económico en esas líneas del plan. Ese papel le correspondería a la granjeña Cartonajes Juárez, de La Granja, y a Femasa, con sede en Alcalá de Henares e integrada precisamente en el Grupo Escorial. Asimismo, forma parte de la nómina de socios la firma de ingeniería Aspor Engineering, también relacionada con el Grupo Escorial y especializada en la redacción de proyectos de edificación logística e industrial; además de Energy Solar Tech, que aportará la instalación de unas 5.000 placas solares que darán una potencia equivalente al consumo energético de alrededor de 900 hogares. Un macroproyecto que, pese a su evidente complejidad, hoy se ve más realizable cuando la disposición del suelo para acogerlo se planteaba como el principal escollo y ya está en trámites de superarse.