La relatividad de un resultado

Diego Izco (SPC)
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La decepción de Real Madrid y Atlético después de un mal derbi era evidente... pero menor ante los tropiezos de sus rivales ] El triunfo del Almería y otras historias 'locas' que aprietan la lucha por la salvación

La relatividad de un resultado - Foto: Juanjo Martín

«Si allí ganamos por 0-3, podemos decir que hoy no ha sido un mal partido». Al fin y al cabo, el Liverpool 'solo' había perdido por 0-2 en un día copero aciago y Bill Shankly prefirió no entretenerse demasiado en la derrota. Un resultado es bueno o malo con todos los datos sobre la mesa: que el Madrid empatase en su propio estadio ante un equipo con 10 jugadores es, por sí solo, un mal dato. Que al día siguiente el Barça cayese ante un conjunto que estaba en puntos de descenso y que en la jornada anterior había encajado seis goles en Gerona no solo fue del todo inesperado, sino que dio un valor importante al punto que salvó el chaval Álvaro Rodríguez en la tarde-noche del Bernabéu. ¿Importará que la distancia ahora sea de siete cuando pudo ser de 10? Seguramente no (el Liverpool no remontó la eliminatoria con el Forest), pero hay algo más de vida.  

El derbi

Ese día, casi todo salió como quiso el Atlético. Simeone, hombre récord en los banquillos, lleva suficiente tiempo en el cargo como para saber que el Madrid de las mil caras guarda sus mejores 500 para Europa, y que el 2-5 de Anfield era la antesala de un duelo de poco gol y mandíbula prieta. En circunstancias normales, el derbi hubiese caminado lentamente hacia un 0-0 de colección, pero Correa se ofuscó, Rüdiger exageró, Gil Manzano se aplicó y el partido se salió de raíl en la desigualdad numérica (tres Madrid-'Atleti' este curso, tres expulsiones rojiblancas). Hace tiempo que no hay derbis bonitos, sino intensos. Y del sábado ambos equipos tienen motivos para salir satisfechos y contrariados a la vez. 

Final incierto

De la vieja escuela de la animación nos quedan los Autos Locos (Wacky Races), en los que 11 coches participaban en carreras desternillantes de final incierto, algo parecido a lo que sucede en la zona media-baja, donde asistimos cada fin de semana a una prueba en la que suceden cosas insospechadas que aprietan más y más la tabla. Y crece la tensión.