El 'Art Deco' de García Benito, en el Torreón de Lozoya

DS
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Un total de 145 obras del artista vallisoletano, pionero y maestro de este género, podrán verse hasta el 12 de noviembre.

Una de las obras de la exposición. - Foto: DS

CaixaBank, la Diputación Provincial de Valladolid y la Fundación Torreón de Lozoya han presentado hoy la exposición 'Eduardo García Benito. Fondos de la Diputación de Valladolid'. La muestra reune un total de 124 obras del autor y da continuidad a la programación con la que el Torreón de Lozoya conmemora su medio siglo de actividad como sala de exposiciones, al tiempo que recuerda a este gran creador, cuando se cumplen cien años de su llegada a Estados Unidos. La exposición estará abierta hasta el 12 de noviembre.

Dibujante, grabador, pintor, figurinista, decorador, Eduardo García Benito (1891-1981) ha sido, ante todo, el ilustrador español con mayor proyección internacional del Art Déco. Nacido en Valladolid, donde recibió su primera formación artística, continuó sus estudios, primeramente, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, para continuar después, en 1912, en París, gracias al apoyo económico del ayuntamiento vallisoletano.

En la capital francesa trabó amistad con artistas como Pablo Picasso, Juan Gris, José Clará, Pablo Gargallo o Amedeo Modigliani, al tiempo que se familiarizó con vanguardias como el Fauvismo, ciertos aspectos del Expresionismo, el Futurismo o algunas derivaciones del movimiento cubista, caso del Orfismo, cuyos influjos acompañarán a su pintura toda la vida.

Su llegada a París coincidió con el extraordinario auge de revistas de moda como la Gazzette du Bon Ton -en la que trabajaban los mejores ilustradores del momento y en la que García Benito publicó sus primeros trabajos-, así como con el poderoso, exótico e imaginativo influjo de los Ballets Rusos, cuyo debut en París, el año 1909, marca para algunos el inicio del Art Déco. La estrecha relación del artista con el modisto más importante del momento, Paul Poiret, fue determinante a la hora de encauzar su carrera hacia la ilustración de revistas de moda, si bien nunca abandonó el retrato, los paisajes urbanos, los desnudos o los trabajos decorativos.

Los años de la primera guerra mundial supusieron un paréntesis en la incipiente carrera de García Benito en la ilustración de revistas de moda. Sin embargo, este tiempo adverso fue aprovechado por el artista para introducirse en el mundo del grabado y en el de la ilustración de libros. Varios apartados de la exposición están dedicados a esta faceta, entre los que destaca el curioso proyecto de García Benito para ilustrar "La Vida del Buscón" de Quevedo -que él mismo había traducido al francés- con treinta y dos aguafuertes.

El modisto Paul Poiret propició el encuentro de Eduardo García Benito con el editor norteamericano Condé Montrose Nast. Con una clara apuesta por el lenguaje visual y el sentido artístico, el grupo Condé Nast Publications era propietario de las importantes revistas Vogue, Vanity Fair y House & Gardens. A raíz de ocuparse de Vogue, Condé Nast buscó artistas e ilustradores y fue en la revista francesa La Gazzette du Bon Ton donde los encontró, estableciendo así un prestigioso vínculo entre Estados Unidos y la capital de la moda. Fue así como en Vogue colaboraron creadores de la talla de Pierre Mourgue, Georges Lepape, André Edouard Marty, Paul Iribe, Pierre Brisaud…, y, por supuesto, García Benito -el ilustrador favorito de Condé Nast-, todos ellos realizando portadas e ilustraciones que difundieron el estilo Art Déco con anterioridad a 1925, año de consolidación de esta tendencia gracias a la celebración de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industrias Modernas en París.