Las alertas que enviaron los inventores de la Comunidad cuando en abril de 2017 se aprobó la nueva normativa de patentes se han hecho realidad. Tal y como advirtieron, el número de patentes solicitadas desde Castilla y León se hundió durante el pasado año, el primero completo con la nueva legislación, cayendo un 37,8 por ciento, pasando de 90 hasta las 56. La tendencia es similar a la registrada en España, donde se registraron 1.578 peticiones, con una merma del 31 por ciento en relación a las 2.286 del año anterior, según los datos que facilita la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), recogidos por Ical. La reducción también afectó a las solicitudes de modelos de utilidad, que ascendieron en la Comunidad, a 86, nueve monos que en 2017, con una merma porcentual del 9,5 por ciento. El dato nacional fue, sin embargo, positivo, ya que las peticiones de modelos de utilidad sumaron 2.700, con un aumento del 10,7 por ciento en relación a las 2.438 del ejercicio anterior.
La consejera técnica de la Unidad de Apoyo de la Oficina Española de Patentes y Marcas, Ana Cariño, asegura que la razón fundamental del descenso de las solicitudes de patentes ha sido el cambio de Ley de Patentes. Cariño recuerda que 2018 fue el primer año que de forma completa se aplica la nueva Ley de Patentes 24/2015; y su entrada en vigor en abril de 2017, «supuso un cambio a un sistema fuerte de protección a las invenciones nacionales, equiparando sus derechos a la protección otorgada por países de nuestro entorno y siendo el mismo compatible con el establecido a escala europea».
Así, reconoce que «se han endurecido algunas de las condiciones exigidas para otorgar el derecho de patente y todas aquellas solicitudes presentadas a partir de esa fecha sólo se conceden si poseen la novedad y actividad inventiva exigidas en la Ley». En este contexto, remarcó que la entrada en vigor de la nueva Ley «ha sido un elemento disuasorio de presentación de aquellas patentes que pretendían ser concedidas con otros fines que no fueran su explotación o la puesta en el mercado en beneficio de la sociedad».
«La nueva Ley garantiza de esta manera el correcto uso del sistema de patentes donde el monopolio en exclusiva otorgado al titular del derecho está justificado con el beneficio social y tecnológico que supone la concesión de la patente, ayudando a la evolución tecnológica de nuestro país», concluyó.
Otras solicitudes
Por lo que se refiere a las marcas, los datos registrados por la OEPM revelan que en Castilla y León se contabilizaron 1.935 peticiones de registro, lo que supone 82 menos que en el año precedente, con una rebaja porcentual del 4,1 por ciento. Las cifras en España crecieron un 0,5 por ciento, hasta las 52.287, 246 más que en 2017. En cuanto a las solicitudes de nombres comerciales, a lo largo del año pasado, se produjeron un total de 531 peticiones desde la Comunidad de Castilla y León, que en este caso si elevó sus solicitudes un 11,3 por ciento, con 54 más respecto a las contabilizadas un año antes. El dato nacional fue mucho más positivo, con 12.238 solicitudes, que aumentaron en 2.787, con un aumento relativo del 29,5 por ciento.
Por último, las solicitudes de diseño industrial sumaron en Castilla y León, 40, ocho más que en 2017, con una subida porcentual del 25 por ciento; cuando en España, en esta ocasión, sufrieron una bajada del 10,8 por ciento, hasta las 1.685, frente a las 1.890 del ejercicio anterior.
La mitad, en Valladolid
El número de patentes registradas en 2018, muy marcadas por la actividad universitaria en la Comunidad, fue mayor en la provincia vallisoletana, con 27, aunque descendieron en este caso en once respecto a las solicitadas en el año anterior, un 28,9 por ciento menos. Asimismo, bajaron de forma espectacular en Burgos, donde se contabilizaron siete, frente a las 27 del año anterior, con una merma del 74,1 por ciento. Las peticiones de patentes desaparecieron en Palencia y Segovia, cuando en 2017, se registraron una y seis, respectivamente. Asimismo, se contrajeron un 66,7 por ciento en Ávila, al pasar de tres a una; y un 60 por ciento en Salamanca, con dos frente a las cinco de 2017. En el extremo opuesto se situaron León, donde se produjeron 13 solicitudes, cinco más que en 2017, con una subida porcentual del 62,5 por ciento; y Zamora, con tres, una más que el año anterior, con un alza relativa del 50%.