El Parlamento Europeo declaró este jueves la "emergencia climática" en la Unión Europea, que se convierte en el primer continente en hacerlo, a unos días del inicio de la cumbre del clima de Madrid (COP25) y dos semanas antes de que la Comisión Europea presente el primer borrador de su Pacto Verde Europeo.
La breve resolución, con apenas dos párrafos, fue consensuada entre la Alianza de Socialistas y Demócratas, Renovar Europa y la Izquierda Unitaria Europea, y finalmente la apoyaron también los Verdes pese a que ellos buscaban una declaración con compromisos más ambiciosos.
El texto fue aprobado por 429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones. El Partido Popular Europeo, los Conservadores y Reformistas y la ultraderecha de Identidad y Democracia (ID) votaron en contra.
La resolución "declara una emergencia climática y ambiental" y pide a la Comisión, los Estados miembros y las instituciones globales que "lleven a cabo las acciones concretas necesarias para luchar y contener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde", algo a lo que también se compromete la propia Eurocámara.
Además, urgen a la nueva Comisión Europea, que comenzará su andadura el próximo 1 de diciembre tras recibir la luz verde final del Parlamento este miércoles, a que "evalúe completamente el impacto ambiental de todas las propuestas legislativas y presupuestarias relevantes".
La Eurocámara pide al Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, que ha hecho de la lucha contra el cambio climático una de sus prioridades para la legislatura, que se asegure de que todas las propuestas "están alineadas con el objetivo de limitar el calentamiento global a menos de 1,5 grados adicionales".
Los Verdes piden mayor ambición
Pese a su brevedad, la resolución ha sido objeto de discusiones entre los distintos grupos políticos y finalmente ha sido una alianza entre socialdemócratas, liberales y la izquierda la que ha logrado poner sobre la mesa un texto base consensuado para buscar apoyos.
Los Verdes habían presentado su propia resolución, más desarrollada y con reclamos en cifras, como el de pedir a la Comisión que proponga una ley climática europea con un objetivo vinculante de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 65% para el año 2030 respecto a los niveles de 1990.
Finalmente, el grupo ecologista se sumó a la propuesta de socialdemócratas, liberales y la izquierda.
Varios eurodiputados de los Verdes celebraron el apoyo a la resolución, aunque advirtieron de que se mantendrán "vigilantes" para que "no se quede únicamente en un símbolo", ya que ellos hubieran preferido compromisos y reclamos más detallados, y pidieron a los diputados de otros grupos que han apoyado la resolución que "voten en consecuencia" los próximos cinco años.
"Sin un cambio radical de nuestras políticas, provocaremos un aumento de las temperaturas de casi cuatro grados de aquí a final de siglo", advirtió la europarlamentaria francesa Karima Delli en un comunicado.
El PP europeo, opuesto al término "emergencia"
El Partido Popular Europeo, los Conservadores y Reformistas y la ultraderecha de Identidad y Democracia (ID) votaron en contra de este texto después de haber presentado cada uno sus propias propuestas sin haber consensuado una común.
El Partido Popular Europeo ya había advertido el lunes, en el debate público sobre esta resolución, que no apoyaría la denominación de "emergencia" climática y pedía cambiarlo por "urgencia", alegando las connotaciones que tiene la palabra "emergencia", que a su parecer no se justifican en el caso de la crisis climática.
Los Conservadores y Reformistas e ID, por su parte, no mencionan en sus propuestas ninguna de las dos denominaciones, e ID incluso llega a "rechazar los intentos de establecer un estado de excepción perenne sin margen para alternativas".