La selección de Canadá ha conquistado la medalla de bronce del Mundial de baloncesto después de sorprender en la prórroga del partido por el tercer puesto, celebrado en el Mall of Asia Arena de Manila, a Estados Unidos (118-127), que consuma su fracaso en la cita mundialista y se vuelve a casa sin presea.

Liderados por Dillon Brooks (39 puntos) y por Shai Gilgeous-Alexander (31), el combinado canadiense, dirigido por el español Jordi Fernández, sumó su primer metal mundialista en un choque en el que machacó con triples -17 de 37- a los de Steve Kerr, que volvieron a pagar caro su individualismo y se quedan sin subir al podio por primera vez desde el ciclo 1963-1967-1970.

Los estadounidenses acudieron a la cita con las bajas "por enfermedad" de Jaren Jackson Jr., Paolo Banchero y Brandon Ingram, y Anthony Edwards (24) tuvo que erigirse como su líder anotador, insuficiente para frenar el ímpetu de sus vecinos norteamericanos.

Así, los de Jordi Fernández arrancaron con un parcial de 8-0 y se hicieron con una jugosa ventaja al final del primer cuarto (25-34), pero USA, tirando de la segunda unidad, recortó la distancia para minimizarla al descanso (56-58).

Canadá volvió a despuntar, gracias a un 7-0 de salida, en la reanudación y arrancó con nueve punto de renta el último cuarto, donde Mikal Bridges consiguió forzar la prórroga en una magnífica jugada; anotó un primer tiro libre y falló intencionadamente el segundo para recoger su propio rebote, irse a la línea de tres y poner el 111-111 con solo 0,6 segundos por jugarse. Kelly Olynyk buscó la épica con un triple que no entró, y todo tuvo que decidirse en la prórroga.

En el tiempo extra, sin embargo, no hubo color, y las canastas consecutivas de Gilgeous-Alexander y Brooks -arengado por gritos de 'MVP, MVP'- ofrecieron a Canadá una renta definitiva para colgarse su primera medalla en un Mundial.