La ciudad eliminará el fibrocemento en red de abastecimiento

M.Galindo
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El Ayuntamiento prepara un plan para la reposición de los 51 kilómetros de tubería construidas con este material, un proyecto que deberá contar con un elevado presupuesto

Las obras de Ezequiel González se resolverán en los próximos días. - Foto: M.G.

El pasado fin de semana, los vecinos del paseo Ezequiel González asistían con estupor a un nuevo episodio de problemas en el suministro de agua que desde el pasado mes de mayo les pone en la desagradable tesitura de tener que recibir agua por parte de los bomberos o esperar varias horas hasta recuperar la normalidad.

En esta ocasión, la ruptura tuvo lugar en la madrugada del domingo, donde tuvo lugar el primer reventón en esta tubería, que los operarios municipales lograron reparar en unas dos horas para devolver el suministro a los edificios y locales afectados. Ya por la tarde, en torno a las 18 horas, se volvía a producir otro reventón en otro punto, con lo que se hizo obligado un nuevo corte del suministro de agua.

Más allá de las averías producidas en los últimos meses, que tuvieron como origen la detectada en la red de la zona en mayo,  el problema ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar la sustitución de una obsoleta red de abastecimiento de agua que aún mantiene 51 kilómetros de tuberías de fibrocemento, un material no sólo ya escasamente eficaz, sino nocivo para la salud al emplear amianto en su construcción, que desde 2002 tiene prohibido su uso y comercialización, pero que aún se mantiene en muchas de las instalaciones con más de 25 años de vida.

Conscientes del problema, el equipo de Gobierno parece decidido a abordar un  plan de sustitución del fibrocemento en la red de abastecimiento de agua de la ciudad, que de salir adelante, sería uno de los más ambiciosos y costosos del recién iniciado periodo de gobierno municipal de José Mazarías.

El concejal de Infraestructuras y Servicios José Luis Horcajo señala que los técnicos municipales están trabajando sobre lo que serán las bases del plan, estableciendo áreas de prioridad basadas en la antigüedad de la red, el volumen de población a la que abastece el tramo de red susceptible de ser modificado o el número de averías registradas en el histórico registrado por los servicios municipales.

En este sentido, la idea es "combinar las prioridades" para establecer un itinerario que responda a las necesidades reales de la ciudad, basado en la filosofía de "base cero" sobre la que presumiblemente se sustentarán los próximos presupuestos municipales.

Efectivamente, el principal problema par un proyecto de esta envergadura será el económico ya que a buen seguro requerirá una cuantiosa partida presupuestaria que "tendremos que ver cómo se afronta, pero habrá que buscar soluciones y no problemas", asegura el concejal.

En cuanto a las averías detectadas el pasado fin de semana, señala el concejal que su origen obedece a que la instalación en esa zona está "en condiciones bastante precarias debido al desgaste del material", como ya se ha visto en otras zonas de Ezequiel González.

Así, tras la instalación del mallado  del sistema de llaves en la confluencia con la calle Teniente Ochoa -que ya ha sido abierta al tráfico tras ser cubierta y acondicionada- se procedió a reemplazar las tuberías afectadas en el tramo superior.

"Estas averías obligan a vaciar la tubería, y al reanudar el servicio, vuelve a entrar en presión, lo que supone un momento de mucho riesgo de que vuelva a producirse otra avería, que es lo que pasó en el tramo de la calle más próximo al supermercado", explica el edil.

El estado de la red no hace descartable nuevas averías en un posible "efecto dominó" que pueda afectar a otros tramos en la misma zona, y el concejal considera que  toda la calle necesita una intervención "más a fondo" y requiere otras intervenciones que vayan mas allá de las que puedan surgir fruto de averías.

Según la  Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento (EAAS), en España hay cerca de 200.000 kilómetros de tuberías de agua potable hasta 2016, donde el 20% están fabricadas de fibrocemento con amianto.  La orden ministerial del 7 de Diciembre de 2001, indica que los productos que contengan amianto, podrán seguir utilizándose hasta el fin de su vida útil ,es decir, 25 a 30 años desde su instalación.

También impide la produccion y la comercialización de este material cancerígeno., aunque conviene precisar que el fibrocemento construido a partir de 2002 dejó de emplear el amianto, por lo que no comporta peligro en su uso.