El mundo del fútbol se llevó las manos a la cabeza cuando se supo que las ligas iban a tener que parar casi dos meses por la celebración en 2022 del Mundial de Catar. En el balonmano están muy acostumbrados a este tipo de parones, aunque no por eso deja de ser un reto el regreso a la competición. La Liga Plenitudes Asobal vuelve este fin de semana, 51 días después del último partido, que además sirvió para cerrar la primera vuelta. 

«No es una competición nueva porque ningún equipo partimos con el casillero a cero en cuanto a puntos. Algunos han cambiado sus objetivos, otros los han visto comprometidos... No es una competición nueva pero sí diferente porque no sabemos cómo va a reaccionar el equipo. El objetivo es puntuar cuanto antes para que el equipo vuelva a la dinámica en la que estaba antes del parón», reflexiona Álvaro Senovilla, entrenador del Viveros Herol Nava, que este sábado (20.00 horas, Pabellón Guerreros Naveros) recibe al Fraikin Granollers.

La segunda mitad del campeonato comienza con el equipo navero situado en una zona tranquila de la clasificación. En estos momentos ocupa la octava posición con 15 puntos, diez más que el Fertiberia Puerto Sagunto, que marca los puestos de descenso. «Seguimos teniendo la misma idea», remarca Senovilla. «No hemos conseguido todavía nuestro objetivo principal, que es la permanencia. Nuestra idea desde el principio de temporada era intentar ir dejando rivales por detrás y es verdad que, a día de hoy, estamos colocados en una posición que nos dice que hemos dejado unos cuantos por detrás. Pero todavía no hay nada decidido. Tenemos que conseguir nuestro objetivo y seguir evolucionando como equipo».

La permanencia está encarrilada, pero el Nava se marca el reto de mejorar. «Nos gusta hacerlo. Queremos lograr que en los partidos nosotros también llevemos la iniciativa y someter un poco más a los rivales para jugar a lo que nos venga mejor a nosotros. Hemos tenido una buena adaptación a la categoría y ahora tenemos que consolidarnos», añade Senovilla.

El equipo navero regresa a la competición sin lesionados ni bajas pero también sin haberse reforzado. «Creo que hay equipos que sí que han cambiado bastante. En el propio Granollers se han ido dos jugadores y ha venido uno, en Sinfín hay cinco altas nuevas, en Cangas tres, Ademar ha perdido un jugador... Los equipos de la parte media-alta apenas cambian y en general no son cambios sustanciales pero sí que los hay», apunta Senovilla, en el que no se aprecia atisbo de queja por la ausencia de refuerzos en su plantilla.

Los resultados avalan al Nava, que ha sumado siete de los ocho últimos puntos en juego. Su regularidad y fiabilidad, sobre todo en su pabellón, donde tan solo ha perdido contra el Barça, está permitiendo a los de Álvaro Senovilla caminar en la clasificación por delante de equipos como el Ademar León o el Rebi Cuenca. «Durante estas semanas de parón nos hemos preparado para la competición. Hemos implementado otro tipo de trabajo. Ese ha sido nuestro trabajo ahora en este periodo. Lo hemos planteado como una pretemporada pero un poco más corta de lo que es una pretemporada normal, aunque han sido siete semanas de parada. Nos fuimos de vacaciones 20 días, pero cuando hemos vuelto al trabajo lo hemos hecho con la vista puesta siempre en el  reinicio de la competición», remarca Senovilla.

El Nava ha firmado su segunda mejor primera vuelta desde que se estrenó en Asobal. En la temporada 2019-2020 había conseguido 12 puntos al final de los 15 primeros partidos; en la 2020-2021, siete; y en la 2021-2022, 16, aunque esta última acabó con el descenso a División de Honor Plata. Un aviso para navegantes ante lo que queda este curso. «Todavía no hemos conseguido nada», insiste Senovilla.

El colchón de puntos respecto a la zona de descenso permite, eso sí, mirar con mayores pretensiones a la próxima temporada. «Todos los equipos tenemos que trabajar ahora porque si no sería imposible. Sería imposible hacer una plantilla competitiva si nos esperáramos a conseguir el objetivo para ponernos a trabajar. Cualquier equipo de élite trabaja constantemente en el mercado, los jugadores, las plantillas... Eso es un trabajo continuo», resalta el técnico de los naveros.

Respecto a su continuidad el próximo curso en el banquillo se encuentra tranquilo. «No está firmado pero tenemos un acuerdo y no tengo incertidumbre respecto a si voy a continuar la próxima temporada. Mi forma de funcionar en Nava ya la implantamos cuando yo llegué aquí y, con el respeto que nos tenemos mutuamente, no hay ningún problema», argumenta. Senovilla se encuentra inmerso en su tercera etapa en el Nava. 

Fue su primer entrenador en la Primera Nacional tras ascender en 2009, se marchó en 2011 para convertirse en el segundo entrenador del Naturhouse La Rioja –que entonces disputaba la Champions–, regresó en División de Honor Plata y fue protagonista en la primera fase de ascenso a Asobal de los naveros en su historia y, tras aljarse de nuevo sus caminos, se volvieron a juntar en el verano de 2022 para que una temporada después liderase el regreso a la máxima categoría del balonmano español.