El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha asegurado que mantuvo un encuentro con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, entre "unos 20 y 25 minutos", en los que no les dio tiempo "a tratar nada".
En una entrevista en La Sexta, Ábalos ha explicado que, dos horas antes de ir a recibir al ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, recibió un aviso del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el que le pide que se asegure de que la vicepresidenta venezolana no entra en España.
Según la versión de Ábalos, se dirigió en coche particular hasta el aeropuerto y, desde la pista, subió al avión privado donde se encontraban ambos dirigentes chavistas. "Me la presentaron y fue una situación un poco violenta", ha explicado, que ha insistido en que le saludó y le recordó que no podía entrar a España.
En este sentido, ha negado que Rodríguez estuviera 12 horas y ha asegurado que le avisó de que cogería otro vuelo para Turquía porque "el avión llegó con demora y los pilotos decidieron que tenían que descansar".
"No tocó suelo español", ha insistido Ábalos, que ha añadido que se siguieron las recomendaciones de la Policía de fronteras "para que se cumpliera la legalidad" de donde podía hacer escala. "Estuvo donde la Policía habilitó y dice que es frontera. No intervine", ha puntualizado, aunque no ha detallado cuando cogió el otro vuelo.
Las sanciones de la Unión Europea impiden la entrada y el tránsito de la vicepresidente de Maduro. Rodríguez fue incluida en la lista de personas sancionadas por su complicidad con la represión de Maduro el 25 de junio de 2018, lo que implica que tiene prohibida la entrada a suelo europeo y que sus activos en la UE serán congelados.
Sobre si el Gobierno español ha incumplido alguna resolución europea, Ábalos ha asegurado que "no se incumplió". "Al contrario, hemos asegurado que se cumplieran", ha añadido, quien ha negado haber ofrecido versiones contradictorias sobre dicho asunto.
Respecto a las peticiones de comparecencia en el Congreso, el ministro ha asegurado que no tiene "ningún problema" pero que no ve "motivos". "No he hecho mal. He prestado servicio a mi país", ha puntualizado.