Entre los deportistas a los que esta crisis le ha frenado en seco su preparación se encuentra Marina Muñoz, que el próximo 4 de abril tenía previsto disputar el campeonato de España de duatlón. «Iba a optar a medalla y había entrenado muchísimo», explica desde su casa de Cuéllar, adonde se tuvo que trasladar después de que se decretara el cierre de la residencia para deportistas en la que vive en Valladolid. «Es duro porque pierdes todo el trabajo del año, pero hay que tomarse en serio lo que está pasando y quedarse en casa», añade.

Estudiante de segundo curso de Medicina, no puede evitar sentir un pellizco en el estómago cuando ve por televisión las imágenes que muestran el tremendo esfuerzo que están realizando todos los profesionales sanitarios. «Me motiva para seguir formándome. Si por mi fuera, estaría ahí ayudando», asegura. De momento la Junta de Castilla y León solo ha recurrido a los médicos residentes y jubilados y a ella le toca seguir volcada en los apuntes y en los entrenamientos para mantener su progresión en el triatlón, donde hace unos días logró una medalla europea. «Tengo un rodillo y hago una hora y media al día. Luego también pesas y ejercicios para la espalda con gomas», revela.