"Vamos a tener que cambiar la percepción y actualizarnos"

Nacho Sáez
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Raúl García, profesor de autoescuela, reflexiona sobre el presente y futuro de su actividad, dentro de la serie de 20 entrevistas realizadas por El Día a otros tantos profesionales segovianos.

"Vamos a tener que cambiar la percepción y actualizarnos"

Una crisis se puede afrontar desde actitudes muy diferentes. Raúl García García ha decidido desafiar esta que nos invade ahora con una mentalidad positiva, decidido a alejarse de pensamientos pesimistas aunque él también tiene razones para la preocupación: ha sido incluido en un ERTE en su empresa desde que se declaró el estado de alarma y forma parte de un sector de consumo que depende del poder adquisitivo de las familias. Sin embargo, se ha marcado el reto de mirar hacie el futuro con la sola idea de hacer su trabajo lo mejor posible, cuando la pandemia y el Gobierno se lo permitan.

Es profesor en la Autoescuela Segovia, que sabe lo que es enfrentarse a la incertidumbre. Abrió hace dos años y medio para hacerse hueco en una ciudad y una provincia donde la competencia es tal en este sector que incluso las empresas segovianas tienen que competir con algunas madrileñas que recalan aquí aprovechando las ventajas de un lado y otro de la sierra. En la cara norte, la nuestra, el menor tiempo de espera para examinar a sus alumnos. En la sur, la de Madrid, una clientela potencial infinitamente más amplia. «La gente aprecia a las empresas que trabajan bien», afirma Raúl. Bajo esa premisa, está convencido de que su empresa, de la que es empleado, conseguirá salir adelante: «Tenemos incertidumbre pero no miedo y nuestro jefe siempre nos transmite tranquilidad».

El nuevo escenario que se plantea, eso sí, va a introducir cambios significativos. ¿Cómo se va a guardar la distancia de seguridad en una clase práctica de conducir? Este profesor aún no tiene certezas, pero sí mantiene contacto con colegas de otras autoescuelas, ha leído artículos al respecto y ya ha recopilado algunas ideas acerca de los cambios que se avecinan. «Vamos a tener que cambiar la percepción y actualizarnos», señala. « Creo que se puede resumir en tres bloques. Tendremos que utilizar equipos de protección individual, deberemos cambiar algunas costumbres que tenemos los profesores de autoescuela –solemos tocar mucho el volante y la palanca de cambios y ahora habrá que usar más los dobles mandos de pies– y también sería bueno que utilicemos poco o nada el aire acondicionado, que es un foco de bacterías», añade.

El compromiso con la calidad del servicio que ofrecen cree que les permitirá superar este trance, pero las autoescuelas  puede que se enfrenten a otro problema, la falta de oferta pública de empleo para cubrir las jubilaciones de examinadores. En Segovia se arrastra desde hace tiempo, aunque la buena predisposición de empresas y funcionarios ha permitido paliarlo. «Justo ahora se había cubierto una vacante. Espero que la mantengan», zanja.