Fernando Ortiz: "Me dijo mi madre: ¿cómo vais a cantar eso?"

Sergio Arribas
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El señor Julio les entonó 'Por el puente de Aranda'. Sagrario les descubrió 'La Chica segoviana'. Ninguno imaginóentonces que aquellos jóvenes del Mester de Juglaría elevarían estas jotas a la categoría de 'himnos' del folclore castellano.

Fernando Ortiz lleva la ‘voz cantante’ del Mester, aunque no es el único vocalista del grupo. No renuncia a esta etiqueta, desprovista de todo afán de protagonismo. Tan solo hace referencia al papel de «relaciones públicas» que Fernando asume desde hace años y que le lleva estos últimos días a tener que despachar con diferentes periodistas, que quieren conocer las sensaciones de los ‘mesteros’ ante el inminente acontecimiento. Las entrevistas, en persona o por teléfono, se multiplican. Son los días que anteceden a los dos conciertos que el grupo ofrecerá en el Teatro Juan Bravo de Segovia, este viernes y sábado, para celebrar una trayectoria de medio siglo sobre los escenarios. 

Al músico, cantante y filólogo, de aspecto recio y mirada un tanto aniñada, que acude a la cita con un amplio sombrero y una pequeña garrota, se le nota algo inquieto o, más bien, deseoso por celebrar con su público cinco décadas de singladura.  «Lo hemos comentado en los ensayos. Nos tenemos que exigir una concentración absoluta porque, por la emoción, en cualquier momento se te puede ir una letra», confiesa Fernando. Aunque el repertorio habitual del grupo oscila entre las 40 y las 80 canciones, el Mester ha grabado más de 400, mientras que algunas —‘Canto de Esperanza, ‘Los Segadores’, ‘Los Comuneros’ o ‘Por el Puente de Aranda’— las ha interpretado más de 2.000 veces, el número de conciertos que ha protagonizado el grupo, según sus cálculos.

El desafío de la cita no es menor. Se trata de que Fernando repase la trayectoria de grupo a golpe de anécdotas. «¿Qué tal os lleváis?». «Imagínate —responde— 50 años de hoteles, furgonetas y escenarios. O te llevas bien o no lo soportas. Es milagroso que quedemos cinco en activo de los que comenzamos». Además de Fernando Ortiz, el Mester lo integran Luis Martín, Rafael San Frutos, Francisco García y Llanos Monreal. Entre los antiguos miembros están Marián Nieto y Milagros Olmos -también fundadoras- Álvaro Mendía o Rodrigo Muñoz, entre otros.

La historia del Nuevo Mester arranca en noviembre de 1969, cuando Fernando cursaba primero de Derecho, carrera que abandonaría poco después para matricularse en Filosofía y Letras. Por entonces cantaba romances por los institutos de Madrid; hasta que un día le llamaron para participar en un concurso en la sala ‘Borja’, en la calle Serrano, de Madrid. Como no quería ir solo, pidió auxilio a su pandilla y, en apenas una semana, montaron un grupo ‘Clan 5’ —en orden a los miembros de aquella primera formación— para el certamen. «Todo el mundo tocaba folclore norteamericano e irlandés, que estaba muy de moda. Nosotros empezamos el concurso con un almirez tocando el Molondrón. El público se quedó sorprendido, también el jurado que nos dio el primer premio», recuerda Fernando. La suerte quiso que entre el público estuviera Juan Pedro Aguilar, «locutor» de Radio Popular de Madrid, que les ficharía para cantar, los lunes por la noche, en su programa ‘Hombres dos mil’. En la primera grabación, Aguilar apuntó que aquel ‘Clan 5’ le sonaba a un nuevo mester de juglaría, nombre del que Fernando y compañía tomaron buena nota para rebautizar el grupo. 

Al igual que el maestro Agapito Marazuela, también el Mester recorrió la provincia «al rescate» del folclore. Fue especialmente en la década de los 70, en busca de jotas, romances y canciones que atesoraban los vecinos fruto de la tradición oral.

«Conocimos —explica Fernando— la España rural de los 70 y de parte de los 80. Había un enorme aislamiento, carreteras horribles, bares iluminados con apenas una bombilla colgada del techo». De aquellos viajes, hallazgos como el del señor Julio Martín, de Sotosalbos, que fue quien primero cantó al Mester la canción ‘Por el puente de Aranda’. «Nunca imaginó lo que iba a ser aquello. De hecho, familiares suyos nos lo dicen, que estaría contentísimo», dice Fernando, que desvela cómo la mítica jota Canto de Carnaval (‘La Chica segoviana’) se la descubrió su madre, Sagrario de Frutos. «Fue quien me la cantó. Ella la recordaba de los carnavales de los años 30. ¿Cómo vais a cantar esto?, me dijo. Si viera en lo que se ha convertido, casi en un himno», afirma, sonriente.

 

(Reportaje completo en la edición impresa de El Día de Segovia)