Segovia alcanza en estos días dos hitos administrativos fundamentales para su desarrollo urbano, ambiental e industrial que se esperaban desde hace más de una década: por un lado, en el pleno de este viernes, la aprobación definitiva del plan parcial del futuro polígono de Prado del Hoyo, que acogerá un centro logístico y un puerto seco, además de parcelas para empresas, con un millón de metros cuadrados en total; y por otro, tras firmarse el 22 de marzo una adenda al convenio entre el Ayuntamiento y Acuaes, el próximo inicio del periodo de exposición pública del proyecto de sustitución del colector de Tejadilla, clave para ampliar su capacidad (el actual, manifiestamente obsoleto, deteriorado y limitado, es un foco de averías y reventones) y para asegurar la sostenibilidad de ese mismo polígono, además de mejorar la de los ya existentes del Cerro y Hontoria, y de otras zonas de la ciudad como el barrio de La Fuentecilla-Puente de Hierro.

La sociedad estatal Acuaes, tutelada por el Ministerio para la Transición Ecológica, tramita el proyecto de nuevas infraestructuras hidráulicas con fondos UE y del Ayuntamiento (80-20%), y así dará pie también a la posterior recuperación ecológica del sendero del valle bajo el cual discurre esta conducción de más de cuatro kilómetros (4.072 metros). Y aparte está el parque municipal que prevé crear el Ayuntamiento en la cabecera de este entorno, en el extremo opuesto a la depuradora; aunque, en todos estos casos, todavía quedan unos cuantos años de trabajo administrativo y sobre el terreno hasta consumarse. 

Por de pronto, según la información a la que ha accedido este periódico, hasta 2025 al menos no se prevé ejecutar la infraestructura hidráulica que garantice la gestión sostenible de los vertidos que generen las empresas que se ubiquen en el nuevo polígono; y para desarrollar esta superficie industrial, toca abordar ahora la redacción, aprobación y ejecución de la reparcelación y urbanización de esta misma área industrial, con previsión ya avanzada por el Gobierno local de que se espera llevar a cabo en 2024.

Terrenos del valle de Tejadilla. La obra del colector requerirá la expropiación de alrededor de 30.000 m2. - Foto: Rosa Blanco

La alcaldesa, Clara Martín, ya advertía el 22 de marzo, en el marco de la firma de la adenda al convenio de Tejadilla que suscribió el Ayuntamiento con Acuaes en julio de 2021, que «el futuro industrial de la ciudad, sin esta renovación del colector, se vería comprometido». De hecho, allí «no sólo van a verter sus aguas los polígonos actuales del Cerro y Hontoria, sino que también será el lugar de recogida de todos los vertidos del futuro polígono de Prado del Hoyo», recordaba. Una nueva zona industrial que, hoy por hoy, aunque ya estuviera urbanizada y reparcelada, seguiría necesitando la infraestructura hidráulica pendiente para poder dar cabida a cierto tipo de empresas, según el volumen y tipo de residuos que generen.

«Yo me comprometo a que antes del verano estas obras están licitadas y en marcha», añadía en el mismo acto la presidenta de Acuaes, Rosa Cobo, a pesar de que, después de los 30 días de plazo de exposición pública que han empezado a correr esta semana, tocará resolver las alegaciones que se reciban, sacar a concurso el proyecto, estudiar las ofertas de las empresas que se presenten, elegir la mejor propuesta y firmar el contrato de inicio de ejecución. Todo ello, por tanto, se supone que en tres meses escasos. 

Cobo matizó que confía en que se presenten «pocas» alegaciones, aunque del calibre de esta obra da buena cuenta el hecho de requiera la expropiación de unos 30.000 metros cuadrados de terrenos entre urbanos y rústicos, además de la ocupación temporal de casi 90.000.

Por otra parte, ese día se apuntó también que el plazo de ejecución inicial se ha establecido en 18 meses, si bien ese es el tiempo que se prevé para completar la primera fase, relativa a la sustitución de la tubería principal (la que discurre por Tejadilla) y la construcción de infraestructuras básicas asociadas, tal y como aclaran fuentes oficiales de Acuaes consultadas por El Día. Para una segunda fase, que además se prevé que precise la redacción, aprobación y firma de otra adenda al convenio de 2021, quedarán así la sustitución del colector que discurre por la carretera de Villacastín y también el de Hontoria; este último, para recoger las aguas procedentes de la ampliación del polígono del mismo nombre, que viene a ser Prado del Hoyo. Y el plazo de ejecución de esta segunda fase está por concretarse, contando además con que las obras de la primera, aunque efectivamente arranquen en torno a mediados de junio, no se terminarán al menos hasta finales de 2024.

«El proyecto se ha dividido en dos fases previendo que la segunda pueda ejecutarse con las bajas de las ofertas recibidas», señalan desde Acuaes. «No obstante, es posible que la baja de adjudicación que se obtenga de los contratos a licitar para la fase I no sea suficiente para encajar la fase II en el presupuesto de inversión previsto en la adenda número 1 y, por ello, sería necesario una segunda adenda que adaptara el presupuesto de inversión». La inversión inicial calculada de momento asciende a seis millones, casi el doble de los 3,3 que se apuntaban en 2021, cuando se firmó el convenio que en próximos meses se espera que empiece a cobrar forma, si no hay más imprevistos.

SEGUNDA EXPOSICIÓN PÚBLICA. El proyecto inicial de renovación del colector de Tejadilla ya se redactó en 2013 y salió por primera vez a exposición pública en septiembre de 2014, junto con las obras de ampliación del túnel del Clamores y la construcción de una arqueta. Sin embargo, «las segundas actuaciones se construyeron durante la ejecución de las obras de la depuradora, quedando ambas recogidas en el periodo de financiación europea Feder 2007/ 2014», pero «quedó pendiente de ejecutar el colector del Tejadilla, al no ser posible su ejecución dentro del plazo de financiación de fondos europeos antes indicado», recuerdan desde Acuaes. En ese sentido, «una vez que ha sido incluida esta actuación en el programa de financiación europea Next Generation (con esos fondos se costea el 80% del presupuesto y el 20% restante corre a cuenta del Ayuntamiento), el proyecto de 2013 ha tenido que ser actualizado por diferentes motivos, entre los que se encuentran la actualización de precios y el ajuste del trazado del colector a nuevos requisitos dispuestos por la Confederación Hidrográfica del Duero, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta y por las indicaciones del Ayuntamiento de Segovia, con la incorporación del ramal de la carretera de Villacastín». De modo que «este cambio de trazado y la existencia de nuevos titulares afectados, debido al tiempo transcurrido desde 2014 hasta la fecha, han exigido realizar una nueva información pública que garantice los derechos de los titulares afectados», añaden. Y de ahí que se haya pasado de los 3,3 millones que aún se estimaban en julio de 2021, cuando se firmó el convenio, a los seis de ahora.