Nuevos planes reavivan el desarrollo del corredor de La Granja

David Aso
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En apenas siete kilómetros lineales se concentran los sectores con más proyección residencial de Segovia e iniciativas de hoteles, restaurantes, el palacio de congresos y espacios deportivos, culturales o educativos

Casi un millar de personas vive en Carrascalejo, que podrá acoger a unas 2.000 con nuevas casas en construcción y en proyecto. - Foto: Rosa Blanco

La carretera de La Granja vuelve a ser escenario de llamativos proyectos que apuntan a afianzarla como eje fundamental del desarrollo de la provincia. Ya lo es a nivel residencial, con Palazuelos de Eresma en permanente expansión desde hace décadas pese a las dificultades para sacar adelante planes urbanísticos (sus normas subsidiarias de planeamiento municipal datan de 1981 y no están adaptadas a la ley regional de Urbanismo de 1999), y ahora vuelve a vislumbrar sobre papel, en un tramo de apenas siete kilómetros lineales, nuevas iniciativas que prometen dar que hablar durante este año y los próximos, junto a otras que vienen de lejos y también regresan a la actualidad. Destacan varios hoteles, restaurantes con vocación de referentes y nuevas instalaciones deportivas, culturales y educativas de carácter privado; o por la parte pública, el palacio de congresos de la Diputación, que por cierto también prepara su primer parque provincial de Bomberos precisamente en la misma finca de Quitapesares.

De los proyectos recientes más llamativos que se prevén en este corredor viene informando El Día en las dos últimas semanas: el de la finca de Santa Cecilia, a orillas del embalse del Pontón, que afronta en estos días su fase de exposición pública e incluye la conversión del palacio en un hotel de cinco estrellas, junto a decenas de cabañas y otros alojamientos rústicos con la misma categoría, un hotel rural o un centro de educación ambiental de casi 2.000 metros cuadrados, además de dos restaurantes; y el de la finca de Quitapesares, donde otra iniciativa privada, en este caso con el sello de la sociedad La Farm (promotora de diversas inversiones en San Ildefonso, como la rehabilitación de la iglesia de Santa Isabel como centro cultural), planea comprar la sociedad Quinta Real en la subasta pública abierta por la Diputación (es la única que se ha presentado), para reactivar el desarrollo de esos terrenos con iniciativas que van más allá de la construcción de unas 400 viviendas, aparte de asumir el campo de golf y la previsión de terminar el hotel que se quedó a medio construir.

A todo ello se sumaba esta semana, el pasado miércoles, un trámite clave que se esperaba desde 2015:la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León de la aprobación definitiva de la modificación de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de Palazuelos relativa al ámbito del Palacio de la Faisanera.Su conversión en centro de congresos la prevé culminar la Diputación en 2024, con casi cuatro de los 11,6 millones que prevé ingresar de la venta de Quinta Real. 

La nueva sociedad promotora de Quitapesares prevé terminar el hotel.La nueva sociedad promotora de Quitapesares prevé terminar el hotel. - Foto: Rosa Blanco

Los potenciales compradores, además, cuentan por otro lado con facilitar la futura ejecución de un vial que conecte directamente con la estación del AVE, mencionado en la misma documentación publicada esta semana en el Bocyl: «Un nuevo enlace viario entre la estación AVE y la carretera SG-6122 con la que conecta por el lado este del casco urbano de Palazuelos, en dirección a la N-110 en Torrecaballeros», el cual está «parcialmente ejecutado» en la actualidad desde el entronque en rotonda con la carretera CL-601 hacia el municipio. A expensas, eso sí, de que la parte pública comprometa financiación para dicha infraestructura.

Ya en 2005, las Directrices de Ordenación de Ámbito Subregional de Segovia y Entorno que se aprobaban aquel año establecieron el corredor Segovia-LaGranja de la CL-601 como un «eje preferente para el fomento de actividades económicas», en vistas «del potencial desarrollo que encierra». Cierto es que desde entonces no han sido pocas las expectativas generadas y frustradas, con las obras del propio palacio de congresos iniciadas entre 2013 y 2014 con previsión de que acabaran en torno a 2015 o 2016, pero sumidas en una parálisis que supera los seis años, aunque ahora ya se vislumbre su reanudación. Su mayor problema, entre otros muchos, la falta de garantías sobre la justificación del caudal de agua disponible y su origen, algo que según el alcalde de Palazuelos, Jesús Nieto, ya se ha resuelto tanto en este ámbito como para toda la fachada del municipio que da a la CL-601.

De hecho, el regidor vislumbra el desbloqueo de Quitapesares del mismo modo que confía en la próxima puesta a disposición del plan parcial que se sitúa justo al lado, Carrascalejo I, después de más de 30 años en ciernes, y una vez resuelto precisamente el problema de la concesión de agua que limitaba su desarrollo. «Si todo esto va como parece, descongestionaremos todos los planes que ya están aprobados, como es Quinta Real, o también el Carrascalejo, que se prevé que se pueda finalizar este año», precisa, al abordarse las últimas obras de urbanización desde el pasado otoño.

El proyecto de la finca de Santa Cecilia encara los últimos días de plazo de exposición pública para la presentación de alegaciones.El proyecto de la finca de Santa Cecilia encara los últimos días de plazo de exposición pública para la presentación de alegaciones. - Foto: Rosa Blanco

EXPANSIÓN RESIDENCIAL. En los terrenos de Palazuelos colindantes con el corredor de La Granja que se han desarrollado en estos años (Parque Robledo, Peñas del Erizo o las partes habitables de Quitapesares y Carrascalejo) ya viven alrededor de 2.000 personas, tantas como los habitantes que ha ganado este municipio en la última década y media. No en vano, su población no ha dejado de crecer en más de dos, y lo ha hecho a un ritmo de casi 200 empadronados por año: de 1.619 en enero de 2001 a 5.743 en el mismo mes de 2022 (último dato oficial), aunque en buena medida a costa de Segovia capital, que ha perdido más de 5.000 en 15 años (de 56.047 en 2007 a 50.802 en 2022) por ese desarrollo y los de otros municipios de su alfoz como La Lastrilla o San Cristóbal.

El alcalde de Palazuelos destaca además que la expansión del municipio hacia la CL-601 tiene capacidad para acoger a unas 7.000 personas en total, tomando de referencia el potencial de la ampliación de la depuradora, cuyo proyecto aprobaba la Junta a finales de 2022. «Con las nuevas viviendas que ya se están construyendo o se prevén en Carrascalejo, donde viven ahora unas 800 personas, podremos llegar a 2.000 allí; y si Quitapesares acoge a más de un millar, ya serían entre 4.000 y 4.500, contando las que viven en Robledo y Peñas del Erizo, y luego están las que puedan llegar por planes futuros en las zonas de Buenos Aires y la finca de Marigalindo», resume. Otra cuestión es cuánto se tarde en ganar semejante cantidad de población: «Igual en un par de años ya han empezado a funcionar los terrenos de Quinta Real y la parte de Carrascalejo que terminamos de urbanizar este año, pero para tener 2.000 vecinos nuevos se puede tardar más, claro». Hasta una década si mantiene el ritmo de crecimiento de la última, si bien ahora se espera un desarrollo más rápido.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Segovia, Alberto López Estebaranz, también valora los nuevos proyectos del corredor de La Granja y la condición de este tramo como polo de desarrollo de la provincia. «En cuanto al desarrollo en sí mismo de Quitapesares, sé que hay inversores interesados no sólo en atender la demanda de segovianos, sino la de segundas viviendas por parte de madrileños, fundamentalmente», destaca, al tiempo que matiza, por otra parte, «que se trata de un plan urbanístico que no se hizo del todo bien, al colocar vivienda unifamiliar mezclada con colectiva». «Nadie quiere un unifamiliar para vivir con un bloque pegado, así que entiendo que lo primero que hará el grupo inversor será cambiar eso, y luego hay una cantidad de suelo calificado como industrial o comercial exagerada, inviable».

Coincide en buena medida con la información recabada por El Día sobre los planes de La Farm con la probable compra de los terrenos de Quinta Real, que se sumarían a los del resto del sector que ya terminó (o casi) de adquirir en los últimos meses. Allí se preveían más de un millar de viviendas en total, según la Diputación, pero la sociedad promotora no se plantea más de 400, aproximadamente, con mayoría de unifamiliares y, en todo caso, bloques bajos. Sí cuenta por otro lado con impulsar la finalización del hotel que se quedó a medio construir, y baraja diversas y llamativas iniciativas relacionadas con ámbitos deportivos, culturales, educacionales o universitarios.

«Una ciudad se desarrolla si tiene un urbanismo flexible, que es aquel que se adapta rápidamente a la demanda», añade el presidente del Colegio de Arquitectos, quien valora así que «por algo los dos polos de desarrollo de la provincia están por El Sotillo (La Lastrilla) y por Carrascalejo y Quitapesares». «Allí sí se pueden construir unifamiliares, mientras que en Segovia capital, donde el urbanismo que se ha hecho es malo y poco flexible, hay muy pocas opciones o ninguna en ese sentido, y así ha ido perdiendo población en favor del alfoz».

SANTA CECILIA. Entretanto, en el extremo del corredor más alejado de la capital, a orillas del embalse del Pontón, ya dentro del término municipal de San Ildefonso, la sociedad de inversores radicada en Madrid que alquiló en febrero de 2021 la finca del palacio de Santa Cecilia, propiedad de Patrimonio Nacional, sigue avanzando en la tramitación administrativa de su proyecto. En palabras del alcalde de San Ildefonso, Samuel Alonso, «bienvenido sea el desarrollo de proyectos con emprendedores detrás, y proyectos productivos ya no solo para nuestra zona, sino para toda la comarca, que atraigan empleo, empresas y también nuevos vecinos de una manera sostenible, que estamos hartos de ver cómo año tras año no hacemos más que perder población casi todos los municipios de la provincia». «Siempre y cuando, por supuesto, vayan pasando todos los filtros administrativos, medioambientales y jurídicos correspondientes», matiza. 

En el caso concreto de Santa Cecilia, actualmente en la última fase de exposición pública para obtener la licencia ambiental, «ahí lógicamente hay un periodo de alegaciones que está llegando a su fin y las va a haber seguro, como ya se ha anunciado públicamente». Izquierda Unida de San Ildefonso, sin ir más lejos, ya avanzó en diciembre que las presentaría por considerar que lo que se plantea es «excesivo y desproporcionado». Los promotores proyectan allí un «destino internacional» de «turismo de nivel alto», e incluyen un edificio de más de 1.900 m² como centro de educación ambiental y de ocio con albergue «para niños y empresas». El palacio como edificio principal del hotel de lujo, junto con las más de 30 cabañas y otro tipo de alojamientos rústicos previstos de nueva construcción, o incluso intención de que las antiguas Caballerizas, otro inmueble situado en la misma finca y pendiente de rehabilitación, se conviertan en «el restaurante de referencia de la comarca», según se detalla en la memoria del proyecto.

A propósito de iniciativas hosteleras, tampoco puede obviarse la condición de la carretera de La Granja como emergente corredor de eventos. En la parte de Segovia capital, el Hotel Cándido inauguraba a mediados de 2021 su ampliación, Finca Los Jazmines, tal y como bautizó un edificio para bodas, comuniones, reuniones de empresa o similar, con capacidad para 300 personas. En las mismas fechas, pero más al sur de la carretera de La Granja, frente al campo de golf de La Faisanera (Quitapesares), abría también el Restaurante Pazo de Robledo en lo que fue el Hotel Santana; igual que en la finca de lo que fue el restaurante El Lago, en Segovia capital, trabaja el Grupo José María Eventos, tras adquirirlo en 2020, de cara a la puesta en marcha de un complejo hostelero que puede superar los 2,5 millones de inversión. Sin olvidar la actividad que atraiga el palacio de congresos de La Faisanera para completar un desarrollo residencial y económico en una zona que ya prometía mucho hace casi 20 años, que sufrió como pocas o ninguna las consecuencias de la crisis de 2008 y que ahora ve renovadas sus expectativas, a la espera de ver cómo y hasta qué punto se traducen en realidades.