"Ya nos llama mucha gente que no puede pagar el seguro"

David Aso
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Roberto Moreno, gerente y administrador de una correduría de seguros, reflexiona sobre el presente y futuro de su actividad, dentro de la serie de 20 entrevistas realizadas por El Día a otros tantos profesionales segovianos de distintas áreas

Roberto Moreno, gerente y administrador de la correduría de seguros Segurinvertia.

El sector de los seguros vive ahora más que nunca de la renovación automática de pólizas. Sin compraventa de viviendas o coches ni apertura de nuevos negocios es lo que hay, que no es poco en comparación con lo que están pasando otras actividades. «Reconozco que somos privilegiados entre comillas», señala el gerente y administrador de Segurinvertia, Roberto Moreno. «Pero también estamos empezando a notar que la gente no tiene dinero para poder pagar la renovación en muchos casos, sobre todo pequeños autónomos», matiza.

Moreno atiende la llamada de El Día poco después de las 13.00 horas del pasado lunes: «Solo hoy ya he recibido dos llamadas de autónomos que no tienen para pagar el seguro del coche y de la moto, y otras dos de comercios de textil que tampoco pueden hacer frente a pagos que les tocaban», cita como ejemplos. «No quieren anular recibos porque saben que en cualquier momento pueden tener la rotura de un cristal o cualquier otra incidencia. Piden que se les paralice el seguro lo máximo posible, y sí que es cierto que las compañías aseguradoras están dando facilidades», valora, permitiendo pagos a 90 días, aparte de opciones de fraccionamiento trimestral o semestral. «Mucha gente vive al día» y dadas las circunstancias, pensar en un nuevo cliente que quiera firmar un seguro de vida en estas fechas suena prácticamente a utopía.

Por otro lado, «para los seguros es positivo que la siniestralidad del automóvil haya bajado mucho, pero también se ha disparado la del hogar por roturas de cristales, vitros o averías de agua», advierte.

En cualquier caso, aunque la actividad de seguros haya caído, sostenido por las renovaciones va aguantando, y además tampoco tenía opción de parar con un ERTE de fuerza mayor. En esta oficina son cinco empleados y todos siguen trabajando. Ya después, a futuro, del ritmo e intensidad con que se vaya reactivando la economía dependerá que mejore este sector, pero al menos tienen un importante poso de actividad esencial que no va a perder.